El paso que dio Cundinamarca y que hoy salva vidas
Historia. Una mujer con graves antecedentes cuenta cómo salió de la enfermedad gracias a una atención oportuna
Nelly Baquero, de 45 años, es un ejemplo de que la atención a tiempo y de calidad, es el mejor tratamiento contra la COVID-19.
El 27 de marzo, Nelly se contagio de coronavirus, luego de viajar desde la zona rural de Choachí hasta el Hospital Cardiovascular del Niño, en Soacha, para las diálisis semanales que tiene que hacerse por los problemas renales causados por una diabetes que ya le quitó la vista.
“Fui en transporte público. Llegué a que me hicieran las diálisis. Todo estaba normal, pero después de este procedimiento me empezaron a dar unas ganas muy grandes de vomitar y un dolor en una úlcera. Como fue tan fuerte, mis hijos me llevaron al centro de salud en Choachí”, cuenta Nelly, sobreviviente del coronavirus.
A las 6:00 p.m. perdió el conocimiento. A las 11:00 p.m. terminó en Soacha, hospitalizada y desconectada de su familia. A las 4:00 a.m. del 28 de marzo ya estaba intubada, en una unidad de cuidados intensivos del hospital.
“De repente me dijeron que tenía coronavirus y allá estuve un mes batallando”, apunta la mujer que, gracias al manejo médico oportuno, logró ganarle la batalla a la COVID-19.
El médico que la atendió entregó todo para salvarle la vida, ya que Nelly era una de las primeras mujeres con coronavirus y lo había manifestado en su fase más agresiva, sin los síntomas previos, pues era una de las pacientes asintomáticas.
“Estuve en la UCI, y luego me llevaron a cuidados intermedios. Fue muy buena la atención de las enfermeras y todos se portaron muy bien conmigo”, cuenta la mujer que fue dada de alta el 25 de abril, casi un mes después.
“Hasta que no me vieron bien y la prueba no me salió negativa, no me dieron salida”, cuenta Nelly, una de las afortunadas que logró vencer al virus.
Diego García, gerente de Crisis de COVID en el departamento de Cundinamarca, aduce el éxito de este y de otros casos en la región, a la temprana interacción de los entes gubernamentales en la pandemia.
“Desde que supimos que esto se estaba disparando en el mundo, dimos el paso para entender que era vital que nos adelantáramos y aprovisionáramos los hospitales de la región”, cuenta García que, encargado de la crisis, da un parte positivo de la ocupación de UCI en el departamento, que ronda el 46%.
La meta de la administración departamental consistió en incrementar la oferta de camas UCI a 739, pero fue más ambiciosa en términos de implementos del sistema de salud.
“Lo que hicimos fue ampliar e intervenir los hospitales de baja complejidad para que allí pudieran ser atendidos los pacientes de COVID-19 que no requirieran una UCI, pero sí cuidados para que su enfermedad no se agravara”, anota el gerente de COVID-19.
El departamento de Cundinamarca ha mostrado avances de todos los sectores, tanto así, que han logrado tenderle la mano a ciudades como Bogotá, que hoy tienen la ocupación de más del 90% en las UCI.
“Ayudar a los vecinos ha sido fundamental. Por el municipio de Girardot atendemos a gente del Espinal, de Flandes… Sabemos que ayudar a nuestros compatriotas que lo necesitan garantizará que nos tiendan la mano después”, señala García.
El gobernador de Cundinamarca ha blindado el departamento llevando a cabo el plan candado con el fin de que los municipios sin COVID, o con bajos contagios, se mantengan de la misma manera hasta superar la emergencia.
“Hemos hecho cosas en términos económicos. Estamos impulsando el agro para que nuestros productores puedan vender sus productos y se cuiden del virus, sin que esto implique problemas económicos graves”, apunta García.
Doña Nelly, que hoy se cuida en su casa, afirma que en cuanto la identificaron como positiva de esta enfermedad, las pruebas para su familia y las personas que tuvieron contacto con ella fueron veloces.
Hoy, Cundinamarca realiza 100.000 pruebas diagnósticas en todas las provincias del departamento con el fin de cercar el virus y evitar que
“En marzo, dispusimos como departamento $14.000 millones para toda la red pública con el fin de comprar todos los elementos de bioseguridad y transporte para la atención domiciliaria de los pacientes”
DIEGO GARCÍA Gerente de COVID-19 en Cundinamarca
se propague.
“Nuestro objetivo, es que el departamento atienda todos los frentes de la pandemia, el económico, el de los hospitales con buenas gerencias, la compra de ventiladores y el material humano. Asimismo, se han blindado las fronteras del departamento con el fin de que se evite la propagación del virus y se puedan atender tempranamente los sectores donde se presente un caso”, puntualiza García.