Cómo ser amigo de su espalda trabajando en casa
Consejos. No puede pasarse todo el día en la cama, úsela solo para dormir y descansar, no para trabajar. Estos son algunos consejos para teletrabajar Dándose un respiro
Si es de los que aman no solo dormir en la cama, sino quedarte en ella todo el día, malas noticias: es lo peor que puede hacer si teletrabaja.
Lo mismo pasa con el comedor y otros lugares tan poco adecuados, pues no son aptos para que se pueda conservar la salud de su columna. “Se calcula un aumento del 200% en home office. Si vamos a trabajar así, se recomienda asignar un espacio para teletrabajo. Es decir, tener las mismas cosas que estaban en la oficina. Tener una silla con un buen respaldo, cómoda, confortable, que te quede a una altura suficiente, de que las manos al teclado te queden de la misma altura”, sugiere el ortopedista de Doctoralia, Samuel Sebastián Castañón, quien también aclara que estas recomendaciones no necesariamente deben tomarse al pie de la letra en cuanto a medidas y ángulos para situar la silla o el mobiliario, ya que cada persona tiene un contexto corporal y social distinto. Pero sí recomienda estar lo menos posible trabajando en la cama, que para muchos es su lugar favorito.
“Si ya tienes dolencias de espalda, eso se exacerba al trabajar en la cama. No es recomendable hacer esto allí, pero allí pueden existir actividades eficientes como leer un mail, libro, reporte con dispositivos tecnológicos e incluso con mesitas para los portátiles y que están a la altura de los ojos. Ahora, trabajar seguidamente en la cama durante seis horas sí causa dolor de espalda. Puedes revisar, el celular, pero no usar la cama trabajar mucho tiempo”, añade el experto, que también enfatiza que a la mínima posibilidad de dolor hay que ir por atención médica.
Hay muchos programas de salud ocupacional al respecto, pero lo importante es cambiar los hábitos posturales. En esto concuerda el doctor Castañón. “Se supone que por cada 45 minutos puedes tomar pausa alrededor de diez, pero establecer el horario propio es importante. Ahí podríamos incluir rutinas de que permitan hacer ejercicios de estiramiento. De hecho, una de cada 10 personas podría sufrir de sus discos en su vida”, explica .
Castañón también enfatiza en el papel de los rehabilitadores físicos, quienes pueden ayudar a la persona con masajes, estiramientos y otras terapias para librarse de esos dolores que los aquejan. Y sobre todo, chequearse de manera preventiva ante el primer dolor.