¿Quiénes ‘se metieron’ el 22N del año pasado?
El informe del concejal Diego Cancino y Cifras y Conceptos intentará que alguien responda esa pregunta.
“Esa noche regresaba a Bogotá, y en la escala, cuando pude revisar el celular, allegados me alertaron de la noche de terror que estaban pasando. La recomendación era que, cuando llegara, me quedara en el aeropuerto, pues noticias falsas, un toque de queda y a un agitado ambiente de protestas habían sembrado el miedo.
Luego de aterrizar, en una misión casi imposible, logré abordar un taxi, y en el camino hacia el suroccidente de la ciudad, se hacía difícil ignorar en cada calle a algún grupo de vecinos haciendo guardia. Muchos compartían tinto, otros prendían fogatas y hasta buscaban contenedores de aseo para armar barricadas. Las alarmas eran la música de fondo de esa fría y extraña noche capitalina. Horas más tarde todos entendieron que la trasnochada y el susto fueron en vano...”, recuerda Ginna R. Sánchez sobre esa noche de noviembre.
“La ciudad estaba desierta, aunque eran las 7:00 p.m. de un viernes previo a la pandemia. Ni siquiera los buses del Sitp aparecían en las calles, mientras los bogotanos caminaban por las vías de TransMilenio para intentar llegar a sus casas y el ambiente de tensión era patente. No solo por las protestas del día, que habían causado disturbios en Suba y en el centro. Tampoco por la citación a toque de queda en Bogotá, el primero en 42 años. Este fue solo el principio de una noche dramática que muchos bogotanos todavía recuerdan con miedo. ‘Se están metiendo al conjunto de al lado’ fue la frase que se difundió por WhatsApp, Twitter y los citófonos de miles de bogotanos. A este grito, muchos empuñaron sus armas para evitar la catástrofe que, pocas horas después, se reveló que nunca había existido”, es el momento que Juan Manuel Reyes no podrá olvidar.