Un juez no quiso casar a dos mujeres
El juez de Cartagena dijo que iba en contra de su moral cristiana casar a dos mujeres
“No puedo casar a dicha pareja del mismo sexo porque ello contraría mi moral cristiana, va en contra de mis principios esenciales y cuando exista conflicto entre lo que dice la ley humana y lo que dice la ley de Dios, yo prefiero la ley de Dios”, expresó el togado en la resolución en la que rechazó la solicitud de celebrar el matrimonio.
En 2016, la Corte Constitucional aprobó el matrimonio de parejas del mismo sexo y, con esa decisión, ni jueces ni notarios pueden negarse a celebrar estas uniones.
En esa línea, el juez décimo civil municipal de Cartagena, Ramiro Eliseo Suárez, argumentó que su decisión “no contraría que vivamos en un Estado laico, como lo ha dicho la Corte”, pues considera que la Constitución tiene una estructura doctrinal porque “el preámbulo invoca la protección de Dios”.
En ese sentido expresa que “la laicidad predicada por los magistrados, y por varios doctrinantes, es, con el mayor respeto, artificiosa” y añade que su decisión “no es discriminación, sino “comprensión de las normas que nos rigen”.
Para el abogado Mauricio Albarracín, investigador de la organización DeJusticia y activista LGBTI, “el matrimonio igualitario es un derecho constitucional y está fuera de toda discusión jurídica y política”.
“El juez que se negó a hacer el matrimonio de dos mujeres en Cartagena afecta el derecho a constituir una familia y abusa de su poder como servidor público”, dijo Albarracín en un mensaje publicado en sus redes sociales.
En esa misma línea, el senador Roy Barreras, del Partido de la U, manifestó que la decisión del togado es absolutamente individual y no puede imponerse como dogma a todos los demás.
“El juez décimo civil de Cartagena es un peligro para la sociedad porque atropella derechos de las minorías y además abusa de Dios (...) La sentencia desconoce la Constitución para imponer su deformada visión religiosa. No es un juez, sino un inquisidor del medioevo”, expresó Barreras.
EFE