El olor de nuestro planeta podría estar cambiando por el cambio climático
Ciencia. La deforestación, los incendios forestales y el calentamiento global están modificando los compuestos orgánicos volátiles biogénicos que determinan el aroma de las especies e incluso de los ecosistemas. Le contamos
El cambio climático está transformando nuestro planeta y, según la reciente investigación Compuestos orgánicos volátiles biogénicos amazónicos bajo el cambio global, publicada en la revista Global Change Biology, el olor de la Tierra no es una excepción. El artículo confirma que la deforestación, los incendios y el calentamiento global están cambiando los aromas de la selva amazónica.
Concretamente, estos factores están afectando a los compuestos orgánicos volátiles biogénicos (COVB), que “son una variedad muy amplia de compuestos químicos emitidos por organismos vivos, ya sean animales, hongos, bacterias, algas o vegetación en general”.
“Se puede decir que la gran variedad de COVB emitidos por los organismos vivos y sus innumerables combinaciones ayudan a definir aromas característicos como los olores florales y cítricos, el olor de la lluvia fresca y el olor del mar, entre otros”, explicó Juan Acosta Navarro, investigador del grupo de predicción climática del departamento de Ciencias de la Tierra en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, España.
Pero los COVB no solo definen los aromas de los individuos o los ecosistemas. También juegan un papel fundamental a diferentes escalas, desde la protección celular y foliar hasta la comunicación química entre individuos distantes dentro de los ecosistemas. Además, tienen un impacto en las condiciones climáticas y meteorológicas hasta tal punto que son capaces de alterar algunos patrones.
A pesar de su importancia, los COVB no están exentos de ser alterados.
“Los cambios climáticos como las sequías, el calor o los cambios en la radiación pueden modificar las emisiones de COVB. Los ataques de insectos u otros organismos también pueden inducir cambios en las emisiones de compuestos orgánicos volátiles biogénicos”, añadió Navarro. “A nivel planetario, la deforestación es muy posiblemente el factor más importante en los cambios de las emisiones de COVB hoy en día”.
Además de la deforestación, el calentamiento global está comenzando a ser estudiado como un factor que está causando cambios en los COVB y en los aromas de los individuos, las especies y los ecosistemas.
“A medida que la atmósfera se calienta, como se predice que sucederá, se espera que los COVB almacenados en las plantas sean liberados en mayores cantidades, ya que su emisión es proporcional a la temperatura. En muchas regiones del mundo, en la superficie, las concentraciones de ozono en el aire están aumentando. También se ha demostrado que las reacciones del ozono en la superficie de las hojas de las plantas inducen emisiones más fuertes de COVB, sin embargo, por otro lado, el aumento del ozono también significa que las COVB se oxidan más rápidamente, por lo que los insectos pueden tener más dificultades para localizar las flores”, dice Jonathan Williams, jefe de grupo del Instituto Max Planck de Química, Alemania, y autor del estudio.
Los cambios en los COVB no solo están transformando el aroma de nuestro planeta, sino también las interacciones entre los elementos del ecosistema, la química del aire y el clima. Sin embargo, es posible detener este proceso: “La primera y más importante acción que podemos hacer para detener, o al menos ralentizar, el cambio en los COVB es detener la deforestación. Dejar de emitir carbono a la atmósfera para detener el cambio climático y la acidificación de los océanos también es importante”, concluyó Acosta.