La Alborada, en el Valle de Aburrá, se niega a desaparecer
A pesar de la prohibición de la pólvora, cada 1.º de diciembre los habitantes de los municipios del Valle de Aburrá llenan el cielo de luces con globos y pólvora, dejando claro que es una costumbre que no morirá. Le contamos.
A pesar de la insistencia de las autoridades del Valle de Aburrá y del departamento de Antioquia para que en la madrugada del 1.º de diciembre no se realizara la tradicional Alborada, el resultado demostró que esta es una tradición que no está próxima a desaparecer y que retó, incluso, hasta a la pandemia.
Este año, los estallidos de explosivos y detonaciones ensordecedoras iniciaron cerca de las 10:00 p.m. Una señal que indicaba que en medio de la pandemia por el coronavirus la Alborada no se vería afectada. Con el paso de los minutos aumentaron las explosiones, los globos de fuego y las luces multicolores se observaban por todo el cielo del Valle de Aburrá.
A la medianoche, el estruendo era generalizado en la mayoría de los municipios del Valle, predominando Medellín como centro de las explosiones. Para muchos, se trató de la Alborada más potente de los últimos años en la mayor parte del territorio. Pero fue más corta en su duración. Las últimas detonaciones fueron aisladas y se sintieron hasta las 3:00 a.m.
El significado
Fernando Quijano, presidente de la ONG Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades, se refirió a la Alborada como una tradición mafiosa, que nació con la desmovilización de los paramilitares en 2003 y que se ha arraigado como una costumbre que representa una lucha de poder y que este año, incluso, La Oficina tuvo la idea de pararla.
“Nosotros conocimos, por fuentes confiables, que había intención de La Oficina de parar la Alborada. Cuando se conoció esta idea muchos jóvenes en las redes sociales empezaron a decir: “Aquí no nos para nadie la Alborada”. Fue mucha la tensión y se decía que por encima de La Oficina hay gente enseñada en la ciudad metropolitana a realizarla”, dijo Quijano.
Para el experto en conflicto urbano, iniciar diciembre con la quema de pólvora no es solo una tradición, sino que tiene que ver con los que están detrás de ese negocio y con otro tipo de manifestaciones.
“La Alborada se inició el 30 de noviembre de 2003, cuando arrancó el proceso de dejación de armas del bloque Cacique Nutibara. Este dato es importante, porque son 17 años en los que se ha realizado ininterrumpidamente”, explicó.
Quijano también destacó que por generaciones la tradición antioqueña ha incluido la quema de pólvora en los pueblos: “Sin embargo, hay que diferenciar lo que hace la gente con un par de voladores desde sus casas a lo que representa la otra cara que es la descomunal utilización de pólvora, lo que quiere decir que se invierten millones de pesos es esto. Un ejemplo es que un volador podría costar entre $7000 y $11.000, por eso calculo que se quemaron muchos millones de pesos. Dinero que los más necesitados por la pandemia, que aguantan hambre, vieron quemar”.
El balance de las autoridades
La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá indicó que en la noche del 30 de noviembre se decomisaron 101 kilos de pólvora, de los que 71 kilos fueron en Medellín.
“Estamos trabajando contra un tema que se ha vuelto cultural para el inicio de diciembre. Mucha gente empieza a traer esta pólvora desde septiembre y nosotros a diario hacemos incautaciones de pólvora. Sin embargo, la comunidad debe entender que es un elemento de alta peligrosidad que no debe alegrar la vida, porque la pone en riesgo”, dijo el coronel Daniel Mazo, comandante operativo de Seguridad Ciudadana del Valle de Aburrá.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Salud reportó que tres personas resultaron afectadas por la pólvora durante la Alborada, entre las que hay dos niñas de 11 años, que resultaron con quemaduras y daños auditivos; también hay un hombre de 20 años.
Sin duda, la pregunta que queda sobre la mesa es: ¿cuándo se diseñarán las verdaderas medidas que permitan controlar la realización de la Alborada?
“LA ALBORADA COMENZÓ EL 30 DE NOVIEMBRE DE 2003, CUANDO ARRANCÓ EL PROCESO DE DEJACIÓN DE ARMAS DEL BLOQUE CACIQUE NUTIBARA”
FERNANDO QUIJANO
Presidente de ONG Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades)