La Copa ahora es la “Taça”
Santos eliminó a Boca Juniors y se enfrentará a Palmeiras en el Maracaná para definir al nuevo campeón de la Libertadores. Se viene un revolcón en River Plate, ¿qué va a pasar con los colombianos?
Penúltimo capítulo de la Copa Libertadores más extensa y accidentada de la historia. Luego de una noche para enmarcar, de esas que la Copa suele tener en sus instancias decisivas, con exhibición de River Plate y clasificación del Palmeiras, ahora era el turno de Santos y Boca Juniors.
En la ida, ambos equipos quedaron a deber y dejaron todo abierto para la vuelta con un escueto empate sin goles.
Anoche, Boca fue a plantear un partido extenso, trabado y denso en Vila Belmiro, pero la actitud de Santos fue diferente. El Peixe salió a comerse los bifes y en el minuto uno ya había pegado un tiro en el palo.
Con un Boca tan dubitativo, Santos sabía que podía ser su noche. El conjunto brasileño insistió y al minuto 16 encontró la recompensa.
Primero, el venezolano Yeferson Soteldo hizo una jugada memorable, pero el balón rebotó en un jugador y en la pelota dividida, el más vivo fue Diego Pituca, que remató mordido para descolocar a Esteban Andrada. Gol de Santos y anulada la posibilidad de los penales en la noche paulista. Para clasificar, eso sí, Boca necesitaba anotar un gol y empatar.
Boca adelantó un poco las líneas, pero no logró concertar ocasiones de gol. Incluso, Santos tuvo en algunos contragolpes el segundo, haciendo figura a Andrada. Así se fueron al entretiempo.
Se pensó que la actitud del club Xeneize en el entretiempo sería diferente, pero nada más lejos de la realidad. En apenas seis minutos, Santos liquidó la serie con dos goles más. Primero, Soteldo obtuvo el premio a ser el mejor de la serie, marcando un golazo al primer palo.
Antes de que pudiera reaccionar Boca, una jugada por izquierda terminó con el gol de Lucas Braga y golpe de nocaut para Boca. El golpe de gracia fue la expulsión de Frank Fabra, por una entrada descalificadora.
Santos a la final, donde enfrentará a Palmeiras en Maracaná este 30 de enero. Será una final totalmente brasileña, sin argentinos, porque River y Boca fallaron, pero uno murió de pie y otro se murió de miedo.