Distrito Federal, un álbum que suena a la vieja Ciudad de México
Lanzamiento. Hablamos con Camilo Lara, la mente detrás de Instituto Mexicano del Sonido, a propósito de este nuevo álbum que hoy verá la luz
Camilo Lara inició Instituto Mexicano del Sonido (IMS) en 2006, y desde entonces se unió a un movimiento de creadores que querían reencontrarse con los sonidos tradicionales aprovechando el boom de las fusiones y la llamada world music. En esa movida, IMS se abrió paso con sus cumbias rebajadas enmarcadas entre sintetizadores.
Ahora Camilo Lara presenta Distrito Federal (estilizado como D.F. en la portada del disco), un álbum lleno de nostalgia y algunos guiños a la cumbia colombiana con colaboraciones como la de El ntídoto junto a La Perla, un trío de música caribeña.
¿Qué significa este disco para Instituto Mexicano del Sonido?
El disco se llama Distrito Federal. La Ciudad de México se llamaba Distrito Federal y hace un par de años cambió de nombre a CDMX, que es la Ciudad de México. El cambio fue un síntoma de una ciudad que tenía tiendas de barrio y cosas increíbles, aunque también cosas horribles, que pasó a ser una ciudad moderna con algunas cosas que trae la modernidad, como el hecho de ser una ciudad bastante estándar; se ve como cualquier otra ciudad. Quise contar la historia de la ciudad donde viví, son historias pequeñas.
Es también la historia de la gentrificación. Esto que le pasó al D.F. le pasó a Bogotá, yo he visto (risas) y le ha pasado a Los Ángeles, a todas las ciudades que empiezan a tener un crecimiento. Se van estandarizando y las cosas preciosas que tenían se pierden, así como las cosas feas se van volviendo mejores.
Una impresión que deja este disco es que se trata de una exploración a modo de paisaje sonoro, ¿fue esa la intención?
Sí, totalmente, son pequeñas postales, ideogramas, cada canción es una idea muy concreta en cuanto a sonido y letra. Entonces no quería contar como historiador, ni me paga el Gobierno del Distrito para hacer nada de eso (risas), quise contar algo muy personal, que son mis pequeñas postales de la ciudad.
“LA CUMBIA COLOMBIANA ESTÁ EN EL TOP TRES DE COSAS QUE ME DEFINEN, ME ENCANTA Y SIEMPRE LE HE TENIDO MUCHO RESPETO” CAMILO LARA
Este álbum tiene momentos de nostalgia de esa vida de barrio, pero también momentos de alegría, de baile, ¿en qué espacios se imagina sonando este disco? ¿Es un álbum para poner en la casa o en las fiestas?
Sí, supongo que cuando hago los discos me imagino que los escuchan en sus casas, pero ya cuando salgo a tocarlos como que pienso que me gustaría hacerlos totalmente diferentes para que bailen.
Entonces la experiencia con esto era hacer un disco a ver dónde me llevaba el sonido y es un disco que estuve un par de años haciendo en diferentes partes del mundo. Me llevé todas las canciones en una maleta, y en cada oportunidad que tenía me metía en un estudio y grababa con gente. Por eso hay colaboraciones tan particulares. Por ejemplo, me eché una semana grabando en Bogotá después de un show con un montón de artistas. Al final se quedó la de La Perla, pero grabé con un montón.
Como medio colombiano tenemos que preguntar qué papel jugó la cumbia colombiana, la tenemos presente en diferentes momentos del álbum junto a las cumbias mexicanas…
La cumbia colombiana está en el top tres de cosas que me definen, me encanta y siempre le he tenido mucho respeto. De hecho, la primera vez que fui a Colombia me pareció rarísimo ir a tocar a un lugar donde efectivamente tenían mucho mejor cumbia de la que podríamos tener en México, entonces, pues, es parte de mi vida, siempre ha sido. En esto en especial, el tema de La Perla (El antídoto) amalgamó el sonido de un sonidero mexicano, pero que al mismo tiempo tiene todo lo orgánico de la cumbia colombiana, y además la energía de ellas, que son superpoderosas. Al final, cuando ellas metieron su parte, la canción tomó otra dimensión: de ser una canción electrónica pasó a ser un rito pagano.
Tenemos esta canción, My America Is Not Your America… ¿cuál es la América del IMS?
La América que conocemos tú y yo de los indios mapuches, de los canadienses, de todos los que habitan el continente. La América que no creía que pasaba en Estados Unidos es la de la inclusión, la de pensar que todos somos americanos y que estamos en el mismo lado del mundo.
De repente con el muro y todo eso parecía que Estados Unidos se estaba creando su propia raza de americanos sin contemplar a los demás. Y eso era un mensaje de unidad, por un lado, y por otro, de pensar que las cosas tenían que cambiar, eso es América.
¿Cómo se suma este disco a sus otros trabajos,
Méjico Máxico y Disco Popular y qué nos dice de la identidad de Instituto Mexicano del Sonido?
Son momentos de vida, yo cada disco lo hago en un periodo de tiempo y luego de un rato volteo y veo de cómo cada uno era una bitácora de lo que pasaba y lo que pensaba, lo que me preocupaba y lo que no, cuánto fiestié y cuánto no, entonces este es eso.
Pasan los años y vas viendo que tu carrera y tus discos hermanos se parecen en ciertas cosas. Va a ser interesante ver D. F. en unos años y decir: ‘Ah, mira, eso es porque estaba obsesionado con el Distrito Federal y con la nostalgia de donde vengo’.