Shrey Grover,
¿Qué magnitud tiene el problema del comportamiento obsesivo-compulsivo?
—Los comportamientos obsesivo-compulsivos son un problema muy extendido. Se calcula que entre el 10% y el 28% de la población puede experimentar comportamientos obsesivo-compulsivos. En consecuencia, se prevé que casi mil millones de personas en todo el mundo pueden estar afectadas por estos comportamientos. Además, alrededor del 2-3% de la población experimenta estos síntomas en su forma más severa, lo que los califica para el diagnóstico clínico de trastorno obsesivo-compulsivo. Las personas que experimentan comportamientos obsesivo-compulsivos manifiestan una angustia considerable que contribuye a generar importantes costes psicológicos y sociales para ellos.
¿Cómo se trata actualmente el comportamiento obsesivocompulsivo?
—En la actualidad, la medicación y la psicoterapia constituyen la primera línea de tratamiento de las conductas obsesivo-compulsivas. Aunque estos tratamientos han tenido un éxito considerable en la mejora de dichos síntomas, no tienen éxito para todo el mundo. En algunos casos, es posible que no puedan abordar todos los síntomas. Además, los medicamentos pueden ir acompañados de efectos secundarios problemáticos. Para los casos más difíciles resistentes al tratamiento, también se están investigando tratamientos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda. Sin embargo, estos procedimientos conllevan riesgos significativos debido a su carácter invasivo.
¿Cuál es el enfoque de su estudio?
— Utilizamos la estimulación transcraneal de corriente alterna de alta definición (HD-tACS) para cambiar los patrones de actividad en los circuitos cerebrales implicados en el procesamiento de la recompensa. Aplicamos corrientes eléctricas muy débiles en el cuero cabelludo para cambiar los patrones de actividad rítmica de alta frecuencia, identificamos la frecuencia específica de la actividad rítmica de cada individuo y aplicamos HD-tACS a la misma frecuencia en una sesión de treinta minutos cada día durante cinco días consecutivos.
Háblenos de los resultados.
— Entre los participantes, observamos una media del 28% de reducción de las conductas obsesivo-compulsivas al quinto día de HD-tACS, y estas conductas se mantuvieron reducidas durante al menos tres meses. Además, observamos mayores beneficios en los individuos que mostraban síntomas más graves.
El procedimiento es seguro y no invasivo. Nuestros participantes sólo informaron de efectos secundarios menores. Éstos suelen incluir ligeros picores y sensaciones de pinchazos, así como ligeras sensaciones de calor en el cuero cabelludo mientras se aplica la corriente. No observamos ningún efecto adverso en ninguno de nuestros participantes.
¿Cómo podría utilizarse esta técnica?
— Creemos que nuestro protocolo de neuromodulación no invasiva puede ser prometedor para muchas condiciones clínicas como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), los trastornos por consumo de sustancias, así como para las personas que experimentan tendencias compulsivas de juego, compras o alimentación. Habrá que seguir investigando en el futuro para examinar los resultados de este procedimiento en personas que sufren estos trastornos y comparar su eficacia con la de los tratamientos existentes.