Michael D. Williams
Profesor asociado de la Escuela Frank Batten de Liderazgo y Políticas Públicas de Estados Unidos
¿Qué ha marcado el primer mes de Joe Biden como POTUS?
Las primeras semanas del presidente Biden en el cargo se han caracterizado por una transición decisiva desde una política social regresiva que se remonta a una época de excepcionalismo estadounidense de posguerra, basada en el dominio masculino blanco de las políticas públicas a una construcción redefinida que parece basada en la justicia social.
La diversidad de los miembros de su gabinete y de los nombramientos sugiere que el presidente número 46 abordará las desigualdades de larga data, incluidas las injusticias raciales y de sexo y género profundamente arraigadas, mediante el cambio de políticas. Sus primeras acciones ejecutivas fueron retroceder en las políticas de Trump.
Háblenos de los temas pendientes…
Me gustaría haber visto una estrategia nacional que acoplara la producción y acceso a la vacuna contra la COVID-19 con la divulgación y la educación que involucrara específicamente a las comunidades de color, lo que permitiría que los negros y los indígenas se sintieran seguros al abrazar la vacunación. Los encargados de esta divulgación deberían, y francamente deben, ser personas influyentes entre las comunidades en cuestión.
¿En qué se diferencia la presidencia de Biden de la de sus predecesores?
El momento que ha heredado el presidente Biden definirá, por supuesto, su primer mandato. Desde la Segunda Guerra Mundial, ningún presidente ha tenido que superar obstáculos tan desalentadores. Para complicar aún más su administración, debe enfrentarse a un panorama político nacional profundamente dividido que no se veía desde la Reconstrucción tras la Guerra Civil estadounidense y por muchas de las mismas razones sociopolíticas de la última mitad del siglo XIX. Todo ello ante una pandemia mundial que ya ha matado al menos a 2,5 millones de personas. Yo diría que la presidencia de Biden se enfrenta a retos totalmente inéditos. Olas de la historia de Estados Unidos se están estrellando en sus costas. Podría decirse que su presidencia será diferente a cualquier otra.