Resiliencia.
A pesar de la falta de apoyo y de haberse visto en la obligación de abandonar el ciclismo de ruta, Calderón ahora brilla en el ciclomontañismo, donde fue campeona nacional en 2021 y ganó en dos ocasiones (2018 y 2019) la exigente prueba de La Leyenda del Dorado
Su carrera deportiva empezó en el ciclismo de ruta, pero decidió cambiarse al ciclomontañismo. ¿A qué se debió eso?
Este deporte es muy lindo, pero se requiere de apoyo y no lo hay en el ciclismo de ruta. Además, las competencias no son las más retribuidas. El cambio se dio por un tema de oportunidades. En ese momento, no había respaldo y no veía un equipo que me permitiera pensar en una carrera profesional. Por eso busqué otra alternativa y me la jugué por el ciclomontañismo.
¿Y ahora sí ha recibido el apoyo que esperaba?
Primero, el apoyo al género femenino nunca ha sido el más adecuado. Siempre ha habido desigualdad de género tanto en el respaldo como en las premiaciones. Eso sí, es algo por lo que se está trabajado.
Segundo, hay empresas privadas que se la juegan por uno, pero de no ser por eso, sería imposible vivir de este deporte. Los equipos que tienen contratos, no pagan lo suficiente. En mi caso, dependo de las competencias y de lo que me ofrece la empresa privada y aun así no puedo decir que vivo del ciclomontañismo.
Tercero, el Gobierno tampoco nos da ese apoyo.
Es decir, ¿de no ser por la empresa privada como Triptico Bags, que la ha apoyado por dos años, sería imposible vivir del deporte?
Así es. Las empresas privadas son todo para nosotros. Sin el apoyo de ellas, no podríamos ni pensar en correr en el exterior o en sumar puntos para mundiales o para las olimpiadas. En gran medida, esto se da porque, tristemente, el apoyo del Gobierno es nulo. Entonces en la empresa privada buscamos quién nos aporte material, accesorios, indumentaria y demás elementos que se necesitan. Tengo la fortuna de que cuento con el respaldo de Triptico Bags que, con sus maletas, me facilita el transporte de mi bici. En el ciclismo todo es costoso, así que desde unas zapatillas o un casco hasta una maleta, se reciben con los brazos abiertos.
¿Ha pensado en entrar a la parte dirigencial o gubernamental para cambiar ese panorama?
Lo tengo en mi cabeza. Es algo que quisiera hacer. Sin embargo, no es el momento. Por ahora, quiero enfocarme en el ciclomontañismo. Estoy dedicada en el 70% a mi carrera, al deporte, a cuidarme y a entrenar duro. El 30% restante, ya que también soy profesional