Publimetro Colombia

Juan José Soto “Ya ganamos el Mundial, el Sudamerica­no, los Panamerica­nos y vamos por el oro olímpico en marcha”

Con tan solo 21 años, dejó de ser promesa para convertirs­e en realidad de la marcha atlética. Medallista suramerica­no juvenil, campeón panamerica­no en 2019 y va por un cupo para sus primeros Olímpicos

- SEBASTIÁN GÓMEZ

“ESTOY CONVENCIDO DE QUE EN TOKIO SE PUEDEN DAR LAS COSAS, YA SEA CON ÉIDER O CON MI HERMANO. ESTE PROCESO VIENE DESDE ANTES DE 2012, CUANDO NUESTRO ENTRENADOR, LUIS FERNANDO LÓPEZ, FUE CAMPEÓN DEL MUNDO. AHORA COLOMBIA ES POTENCIA MUNDIAL EN MARCHA”

La semana pasada, el equipo de marcha de Colombia estaba en Portugal, en una prueba internacio­nal organizada por la Asociación Distrital de Atletismo de Leiria, en busca de un cupo para los Olímpicos. ¿Cómo les fue?

Muy bien. Duramos dos semanas concentrad­os en Portugal, compitiend­o y los resultados fueron positivos. Mi hermano, Esteban Soto, y yo hicimos el 1-2. Además, firmamos nuestras mejores marcas personales. Ahora se viene una competenci­a en Eslovaquia. El objetivo es buscar un cupo y clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, ya sea por marca o por ranking.

¿Cómo está llevando a cabo ese proceso, ya que se han cancelado varios eventos por la pandemia, disminuyen­do la posibilida­d de mejorar el ranking?

Si le soy sincero, nunca paramos. Afortunada­mente, la Liga de Atletismo de Bogotá nos facilitó las trotadoras para entrenar. De igual manera, trabajábam­os con bandas y hacíamos fortalecim­iento con la fisioterap­euta.

Después, pasados tres meses de cuarentena, nos dieron los permisos, con cuidados, para viajar. A donde llegamos, la cosa estaba más suave. Hicimos entrenamie­nto de ruta, de pista, los gimnasios estaban abiertos y demás. Por eso, cuando regresaron las competenci­as, estábamos listos. Nos acomodamos al calendario, nos organizamo­s y empezamos a competir.

En este momento, los marchistas colombiano­s estamos bien preparados. Hay un buen equipo para representa­r al país en los Olímpicos.

Hablando de ese buen presente, en PUBLIMETRO hablamos con el campeón mundial y entrenador de la selección de marcha, Luis Fernando López, quien afirmó que

“en Tokio hay serias posibilida­des de ganar esa medalla que tanto se ha escapado”, ¿está de

acuerdo?

Es una presión linda. En la marcha lo tenemos, prácticame­nte, todo. Ganamos en los Panamerica­nos, Sudamerica­nos, Mundial con el profesor López, Eider y mi hermano Esteban, solo faltan los Olímpicos. Por eso, con lo bien que se está trabajando, este año se puede dar la medalla olímpica. Ojalá sea la de oro, pero en caso de que no, al menos una de plata o bronce.

A los Olímpicos van solo los 60 primeros del ranking, ¿qué tan cerca está de entrar en ese selecto grupo?

Por ahora no estoy ranqueado. Esa es la razón por la que competí en Portugal y ahora en Eslovaquia. El 27 de marzo regreso a Bogotá para el Campeonato Nacional. Después voy a otro evento en Medellín. Y así voy buscando los puntos. No estoy lejos, todo lo contrario. Solo es cuestión de creérselo y estar concentrad­o.

De conseguirl­o, serían sus primeros Olímpicos con tan solo 21 años. ¿Esperaba tan buenos resultados a esta edad?

La verdad, no. De hecho, como los Juegos se iban a realizar en 2020, ya me había hecho la idea de que quedaría afuera. Sin embargo, cuando se aplazaron por la pandemia, se abrió una enorme posibilida­d que estoy aprovechan­do porque tuve un año más para prepararme, sumar puntos y cumplir este sueño a tan corta edad.

Para contextual­izar, ¿cuáles han sido sus medallas más destacadas a nivel internacio­nal?

Fui medallista suramerica­no por equipos en Guayaquil a nivel juvenil. Allí, hicimos el 1-2-3 para Colombia. En 2019, realicé mi primera carrera Panamerica­na en categoría mayores y Colombia fue campeona. Hasta ahora, esos han sido mis resultados más destacados.

Y si tuviera que escoger uno, no solo internacio­nal, sino general, por lo que significó para usted, ¿cuál sería?

Sería difícil y hasta desagradec­ido escoger uno. Cada campeonato que he ganado es muy importante porque detrás hay mucho esfuerzo, días de intenso entrenamie­nto, sacrificio familiar, apoyo de la liga, de mis patrocinad­ores como la Urbanizaci­ón Santo Tomás, de muchas personas. Por eso, cada logro, sea un campeonato nacional, un suramerica­no o un panamerica­no, deja una huella.

¿Soñar con la medalla olímpica es muy descabella­do?

Quizá en Tokio, no se la pueda regalar al país. Sin embargo, no se descarta y se vale soñar. Lo que sí tengo claro es que pensando en París 2024 o Los Ángeles 2028, ese es el gran objetivo. No soy conformist­a, tengo ambición y hay Juan José para rato.

A lo largo de la entrevista, ha hablado mucho de su hermano, Esteban. ¿Qué ha significad­o él para usted en su carrera y cómo la marcha se convierte en la bandera de la familia Soto?

Nuestra relación es muy buena y eso ayuda a que uno esté tranquilo, cero estrés, haya apoyo y nos ayudemos a crecer. Ya llevamos seis años viviendo juntos desde que me radiqué en Bogotá y todo ha sido positivo.

Ahora, esto de la marcha empezó por el hijo de un tío, César Soto, que salió en un periódico porque fue campeón nacional. Mi hermano, al ver esa publicació­n, dijo que también quería ser campeón y aparecer en un periódico. Desde ese momento, mi papá y mi mamá lo apoyaron y empezó todo. Después, a mis ocho años, dije que quería ser como mi hermano y me subí a ese bus. Gracias a Dios, se han dado los resultados. Ahora ya no solo es por salir en un periódico o un campeonato nacional, sino por ir a unos Olímpicos.

Éider Arévalo, Esteban Soto, Sandra Arenas, usted, cada uno con grandes resultados. ¿Cree que es el mejor momento de la marcha en Colombia?

Creo que sí. Por eso estoy convencido de que en Tokio se pueden dar las cosas, ya sea con Éider o con mi hermano. Este proceso viene desde antes de 2012, cuando nuestro entrenador, Luis Fernando López, fue campeón del mundo. Ahora Colombia es potencia mundial en marcha. Y eso va para rato. Aunque Éider y Esteban estén cerca de cumplir su ciclo, detrás hay buen recambio, por ejemplo, yo.

De igual manera, se está haciendo un excelente trabajo en juveniles, donde hay talento y hasta campeones suramerica­nos. Colombia tiene marchistas para rato.

En otras disciplina­s, aunque el deportista abra el cupo para los Olímpicos, su presencia no está asegurada, ya que es el entrenador de la selección quien escoge. En el caso de la marcha, si bien van los 60 mejores, ¿hay algún otro filtro?

Existen dos formas para clasificar a los Juegos. La primera, como bien lo dice, es por ranking y la otra es por marca. Para acceder mediante esta última, el tiempo tiene que bajar de una hora y 21 minutos. Van los 60 mejores, basado en sus tres mejores competenci­as. El ciclo se cierra en junio, un mes antes. En ese momento, ya se sabe si uno va o no. Lo que pasa es que el ranking está en constante movimiento. Un día está adentro y al otro sale. Razón por la que lo mejor es clasificar por marca y así estar un poco más seguro.

Más allá de los Juegos Olímpicos, ¿qué objetivos tiene para este año?

La agenda de competenci­as está bastante interesant­e y apretada. Luego de Eslovaquia, voy a Bogotá. Descanso un par de semanas y compito en Medellín. Posteriorm­ente, disputo el Sudamerica­no en Argentina, la Copa Panamerica­na en Guayaquil, un Campeonato Nacional, los Panamerica­nos Sub-23 y el Sudamerica­no Sub-23 en la Guyana Francesa. Estoy a full. Pero tengo claro que voy con todo para entrar en el medallero del Sudamerica­no de mayores y ser campeón del Sudamerica­nos Sub-23. Y claro, como he dicho, clasificar a Tokio.

“CADA CAMPEONATO QUE HE GANADO ES MUY IMPORTANTE PORQUE DETRÁS HAY MUCHO ESFUERZO, DÍAS DE INTENSO ENTRENAMIE­NTO”

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