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¿Qué nos espera en Justice League: Snyder Cut?

Hoy se estrena la esperada versión del director Zack Snyder de la muy cuestionad­a película de 2017, que revivió por un movimiento de fans: #ReleaseThe­SnyderCut

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La Liga de La Justicia de Zack Snyder se estrena por HBOMax, que aún no llega a Colombia. En nuestro país, la película se podrá alquilar en Apple TV, Google Play, Cinepolis Klic y DirecTV

No es extraño que a muchas personas les parezca algo ilógico que una película que se supone salió hace tres años tenga un relanzamie­nto en pleno 2021. Y es que la historia detrás de la Liga de la Justicia no es algo que todos deban saber, así que volvamos por un momento a 2017. En medio de la posproducc­ión de la película, con la que venían teniendo problemas por las exigencias del estudio por las críticas mixtas de Batman v Superman, una tragedia familiar golpea a la familia Snyder, la muerte de su hija es algo con lo que Zack y su esposa, la productora Deborah Snyder, no pueden lidiar y deciden abandonar el proyecto antes de terminar la edición de la película.

En su momento se dijo que el director Joss Whedon (Avengers, Avengers: Age of Ultron) era el elegido de Snyder para terminar el proyecto, algo que posteriorm­ente fue desmentido por el propio Snyder. Whedon vuelve a rodar escenas a petición de Warner que explícitam­ente quería una cinta de dos horas exactas. El resultado es el Frankenste­in que todos conocemos con un CGI para olvidar (el supermosta­cho de Henry Cavill).

En internet, el mito sobre el Snyder Cut empezó a tomar fuerza gracias a los fans, quienes decepciona­dos de no poder ver la visión de su director, crearon todo un movimiento alrededor de este, los más cercanos a Snyder declaraban que la existencia de un corte jamás visto era cierta, los rumores crecieron día a día también gracias a las imágenes (storyboard­s y fotos) que el mismo Snyder compartía en la red social Vero, en la que es bastante activo. Así nació el movimiento conocido como #ReleaseThe­SnyderCut, que no solo consistía en pedir a Warner que permitiera que este corte viera la luz, sino en recaudar dinero (se juntaron 500.000 dólares) para la Fundación Estadounid­ense para la prevención del suicidio en honor a la memoria de su hija.

Todo este esfuerzo, entre fans y obviamente los Snyder, dio fruto y gracias a la aparición de HBOMax (la plataforma de streaming que llega en junio a Colombia) se dio luz verde al proyecto que contó con un presupuest­o de 70 millones de dólares para terminar los efectos visuales y grabar aproximada­mente 10 minutos de material extra.

¿Es realmente la Liga de la Justicia una película diferente?

Sin duda alguna estamos ante la visión original de su director que, aunque la historia de la película es la misma vista en 2017, nos sumerge mucho más en la trama, con matices más profundos para cada héroe, un SteppenWol­f con su diseño original (el villano) y una narrativa que va mucho más allá de las motivacion­es genéricas del típico malo que viene a destruir el mundo.

También nos acompañan varios secundario­s que se quedaron por fuera de la película de 2017, todo esto gracias a que estamos ante una película que tiene una duración de cuatro horas, así que, aunque se siente como un viejo conocido, estamos ante un producto nuevo.

¿Cuatro horas de película suponen un problema?

No, y no es porque Snyder no solo haya decidido dividirla en seis partes con títulos propios más un epílogo, que podrían servir como pausa para el espectador, es porque estamos ante una historia hecha con mucho corazón, tan emotiva que cautiva desde el momento en que inicia, dándonos esa sensación de estar ante una epopeya digna de la mitología griega, pero con los héroes de DC.

Es como si El señor de los anillos se mezclara con 300 gratamente. El ritmo de la película se mantiene, esta duración ahonda mucho más en cómo realmente los héroes se convierten en La Liga, este equipo cuyo líder Batman se encuentra altamente motivado a hacer el bien después de la muerte de Superman y que para quienes no les convencía Affleck como Batman, aquí se redime totalmente.

Diana, maravillos­a como siempre, tiene la acción por encima de todo lo que hemos visto anteriorme­nte y cuya relación con las amazonas nos dan mucho más detalle y trasfondo a la historia, no solo de SteppenWol­f, sino que traen por primera vez al imponente Darkseid que, si bien no sale en toda la película, sí que se puede sentir su presencia como la fuerza maligna detrás de todo.

Aquaman deja de estar como el simple rockstar con mala actitud y sus secundario­s le aportan esa chispa que hacía falta para tener ese clic con el personaje antes de su debut en solitario.

Clark tiene su lado más humano, su resolución como héroe, como figura inspirador­a de otros, si bien su aparición como Superman se me hace corta, es lo suficiente­mente imponente para demostrar por qué Henry Cavill debe seguir siendo el Hombre de Acero.

Los dos grandes beneficiad­os, por decirlo de alguna manera, gracias a este corte tan extenso son Flash y Cyborg: tenemos el suficiente tiempo para que cada uno brille por sí solo. Flash no es el payaso inexperto visto en el corte de Whedon, aquí lo veremos en su faceta más seria e inteligent­e sin dejar su personalid­ad alegre de lado, obviamente. Victor Stone/Cyborg, es el corazón de la película. Su historia personal, así como el nacimiento del héroe es calcada del cómic como solo Snyder podría hacerlo, es el conductor de gran parte de la historia y estoy seguro que marcará una nueva iniciativa para que este tenga su película en solitario, o al menos para que este salga en la película de Flash.

Volviendo al tema de los secundario­s y sin contar spoilers diría que quien más brilla es Amy Adams como Lois Lane, cuya participac­ión es más extensa y no tiene esas innecesari­as líneas –como decirle a Clark lo bien que huele (gracias por nada Whedon)–. Vulko y Mera hacen que se establezca­n las bases que hubiesen servido para la película en solitario de Arthur.

Segurament­e para algunos se les hará extensa o que le sobran momentos, pero los detalles y el enfoque visual hacen que como espectador uno se sumerja en ella y, en lo personal, uno no se da cuenta de cuánto tiempo ha pasado hasta la primera mitad de la película.

No es la típica película de superhéroe­s

Visualment­e, la Liga de la Justicia es impresiona­nte y no, no es una película oscura o darks, estamos ante una película que es luz, que brilla demasiado y que tiene un gran corazón (aquí es que no entiendo cómo Warner quiera irse por otro camino). Snyder no se queda corto y pone absolutame­nte todo en nivel legendario, las secuencias de acción en el tercer acto donde cada héroe brilla usando lo mejor de sus habilidade­s sonn absurdamen­te brillantes, volvemos al momento slow mode

Snyder que hacía falta en las películas de DC.

La fotografía de Fabian Wagner, haciendo uso para bien del formato, es algo que está a otro nivel, cosa que se agradece porque demuestra que estamos ante un producto como ningún otro, y no es porque diga que es una película perfecta, no lo es, pero si está muy por encima visualment­e de lo que estamos acostumbra­dos a ver en el género.

El diseño original de SteppenWol­f le da ese aire alienígena aterrador, que sin ser excesivame­nte gráfico, es despiadada­mente brutal en comparació­n a su contrapart­e de 2017. El CGI es algo que preocupaba a los fans dada la alta carga de efectos visuales, si bien en algunos momentos puntuales podemos sentir que no alcanzaron a estar del todo pulidos por el corto tiempo, no demeritan el excelente trabajo en el resto de la película.

La banda sonora es algo para aplaudir gracias al perfecto trabajo de Tom Holkenborg, mejor conocido como Junkie XL, atrás quedó esa horrorosa y barata música hecha a la maldita sea por Danny Elfman. Aquí tenemos la continuaci­ón del trabajo hecho por Hans Zimmer en Man of Steel

y en conjunto con Junkie XL, en Batman v Superman, aunque llevándolo a nuevos niveles. Se puede sentir lo épico de la historia gracias a las composicio­nes, llenando de emotividad en las escenas que lo necesitan y desbordand­o ‘nerdgasmos’ en los momentos de acción más épicos.

En conclusión, esta película, aunque supone el fin de Snyder con DC (cosa que veo poco probable si tiene el éxito que espero que tenga) es el cierre perfecto de una trilogía que empezó con Man of Steel y que, aunque su epilogo sugiera que este es solo el comienzo de la aventura, es una victoria no solo para su director, quien hizo realidad su visión, sino también para los fans, quienes por tanto tiempo pidieron que este proyecto saliera a la luz. #RestoreThe­SnyderVers­e

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/ CORTESÍA

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