Así fue el experimento con el que la Nasa obtuvo oxígeno en Marte
En los últimos días hemos tenido muy buenas noticias de otro planeta
La semana pasada se alcanzó un hito en la historia de la exploración espacial: un pequeño helicóptero diseñado y dirigido por humanos, hizo dos vuelos exitosos sobre Marte.
Pero los vuelos del Ingenuity no fueron el único acontecimiento histórico logrado por la misión Mars 2020 de la Nasa: se ha demostrado que es posible obtener oxígeno a partir de la atmósfera marciana.
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AIRES. Podríamos pensar que Marte no tiene atmósfera, pero en realidad sí tiene una capa de gases que rodean su superficie.
Los gases de la atmósfera ejercen presión sobre el suelo: en la Tierra, esa presión varía dependiendo de la altitud, pero al nivel del mar tiene el valor de algo que denominamos justamente una atmósfera.
En Marte, la presión atmosférica es aproximadamente la centésima parte de la Tierra: es decir 0,01 atmósferas.
Debido a que su atmósfera es tan tenue, no existen vientos fuertes en el planeta rojo (y sí, eso quiere decir que la premisa inicial de la película The Martian no es real).
Pero más allá de que las tormentas marcianas no vayan a ser un problema para los futuros astronautas, la composición de su atmósfera sí lo será: tiene apenas trazas de oxígeno y su principal componente es dióxido de carbono.
Quien visite Marte necesita tener oxígeno para respirar y llevarlo de la Tierra no es la mejor opción, pues transportar una gran cantidad de algo en un viaje tan largo no es práctico.
MOXIE
UNA MEJOR OPCIÓN sería utilizar los recursos marcianos para obtener oxígeno y ese es el objetivo de MOXIE (Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment).
Este es un aparato de experimentación que puede realizar una reacción química que convierte el dióxido de carbono de la atmósfera de Marte en oxígeno.
El diseño del instrumento estuvo a cargo de un grupo colaborativo del Laboratorio de Propulsión a Reacción, Nasa JPL, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y otras instituciones académicas y empresas internacionales.
Como es solo un prototipo para probar el proceso, es un dispositivo relativamente pequeño, equivalente al tamaño de un horno eléctrico o una batería de un auto compacto: mide 24 cm x 24 cm x 31 cm, y pesa 17 kg.
Este pequeño laboratorio de química, va a bordo del rover Perseverance y apenas hace unos días realizó su primera prueba en la que pudo producir seis gramos de oxígeno en una hora de funcionamiento.
Electrólisis
HECHO EN MARTE. A final de cuentas, el oxígeno en la Tierra está hecho a partir de dióxido de carbono: las plantas todos los días toman ese gas de la atmósfera y lo convierten en oxígeno, a través de la reacción que llamamos fotosíntesis.
Esa reacción bioquímica, tan compleja e importante para la vida en la Tierra, requiere de energía, que en este caso la proporciona la luz del Sol.
Para hacer oxígeno, MOXIE también requiere energía, que le proveen los sistemas del Perseverance.
La reacción que hace MOXIE es una electrólisis: usa electricidad para romper una molécula en otras más simples.
En este caso, la electrólisis separa el dióxido de carbono (CO2) y lo convierte en oxígeno (O2), que es el producto que deseamos, y monóxido de carbono (CO). Primero recolecta aire marciano, que filtra para evitar que entre polvo a los delicados instrumentos de MOXIE, luego lo comprime para que tenga una presión similar a la de la atmósfera terrestre, para alcanzar una mayor concentración de CO2. Entonces se aplica la corriente eléctrica que hace que la reacción química se lleve a cabo y así se tiene el oxígeno marciano.
2 CO2 → O2 + 2 CO
El oxígeno que produjo MOXIE, después de analizarse y medirse, se liberó a la atmósfera de Marte: en el futuro, otras misiones deberán encontrar formas de almacenarlo.
Pero por ahora, es lindo pensar que en la atmósfera del planeta rojo hay seis gramos más de oxígeno, producidos por tecnología humana.