Pudo más el miedo a la reforma que al contagio
Miles de colombianos decidieron salir a protestar contra la reforma tributaria sin importar las advertencias de las autoridades y de la gravedad del tercer pico de la pandemia. Le contamos cómo transcurrió la jornada.
Decenas de miles de personas salieron ayer a las calles de varias ciudades para pedir al Congreso que no apruebe la reforma tributaria del Gobierno y se centre en el salario mínimo, en una jornada empañada por la violencia en Bogotá y Cali, donde una persona murió.
Con el ‘no a la reforma tributaria’ impregnado en cánticos, pancartas, camisetas y afiches, los colombianos se movilizaron en las principales ciudades alegando que la reforma que impulsa el Gobierno del presidente Iván Duque es “hambre y miseria para el pueblo”.
Con carteles de apoyo a la protesta, el amarillo, azul y rojo en globos y banderas y a ritmo de batucadas, los manifestantes pidieron tumbar la reforma tributaria y una renta básica.
Impuestos para los más golpeados
“Nos estamos movilizando en contra de la reforma tributaria que se viene discutiendo en el Congreso y exigiendo renta básica para las comunidades y para la gente de los barrios que ha sufrido con mayor fuerza las consecuencias de la pandemia”, dijo Maribel Salamanca, procedente de las organizaciones sociales de Ciudad Bolívar.
La subida de impuestos a productos básicos de la canasta familiar o el progresivo aumento del impuesto a la renta a quienes ganan 2,4 millones de pesos mensuales puede afectar a estas poblaciones, que han sido las más golpeadas económicamente por la pandemia.
El Gobierno alega que necesita cerrar el hueco que ha creado la pandemia en las arcas del Estado, y con la reforma tributaria espera recaudar 25 billones de pesos.
Uno de los sectores afectados por la reforma es el de la cultura, herido de muerte por la pandemia y que alega que la ley acaba con organismos que ayudaron a desarrollar la industria del cine, entre otras, mediante subvenciones.
La reforma “quita apoyos, que aunque eran pocos existían, y de paso pone en una cintura tributaria a la gente que realmente no tiene un ingreso fijo”, dijo el portavoz de la Coalición de Trabajadores por la Cultura, Ricardo Arcos.
Desde esta plataforma consideran que la reforma apuesta por la guerra y no por los sectores que apoyan la paz. “La cultura tiene que ser la vanguardia política de la nación, la defensa de la cultura es la defensa de la humanidad y de la paz y los trabajadores de la cultura desempeñamos un papel fundamental ahí”, argumentó Arcos.
Clima pacífico que acabó en altercados
La protesta nacional fue motivo de controversia debido a que Colombia atraviesa su tercer y peor pico de la pandemia, con nueve días seguidos acumulando más de 400 muertes por covid-19, y el martes un tribunal decidió suspenderla “hasta conseguir la inmunidad de rebaño”.
Sin embargo, los sindicatos mantuvieron el llamado a la movilización que consideran “un derecho universal consagrado en la Constitución política y que no puede ser restringido por ninguna autoridad”, según dijo el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés.
A mediodía, varias autoridades locales y estatales destacaron el transcurso pacífico de las marchas, que confluyeron de forma espaciada y con la gran mayoría de personas usando tapabocas, pero no estuvo exenta de altercados con la policía, principalmente en Bogotá y Cali.
“En general, en Colombia hay un buen comportamiento pero queremos aprovechar para invitar a todas las personas a que respeten la salud de todos”, manifestó el director de la Policía Nacional, mayor general Jorge Luis Vargas.
En algunas ciudades, según aseguró el ministro de Defensa, Diego Molano, fue
“NOS ESTAMOS MOVILIZANDO EN CONTRA DE LA REFORMA TRIBUTARIA QUE SE VIENE DISCUTIENDO EN EL CONGRESO Y EXIGIENDO RENTA BÁSICA”
MARIBEL SALAMANCA
De las organizaciones sociales de Ciudad Bolívar
“La reforma quita apoyos, que aunque eran pocos existían, y de paso pone en una cintura tributaria a la gente que realmente no tiene un ingreso fijo”
RICARDO ARCOS Portavoz de la Coalición de Trabajadores por la Cultura
"En general en Colombia hay un buen comportamiento, pero queremos aprovechar para invitar a todas las personas a que respeten la salud de todos"
JORGE LUIS VARGAS Director de la Policía Nacional
necesario reforzar la seguridad por actos vandálicos en los que fueron destruidos e incendiados autobuses públicos, locales comerciales y oficinas.
Lo que pasó en Cali
La jornada en la capital de Valle del Cauca comenzó caldeada después de que indígenas misak derribaron la estatua del fundador de la ciudad, el conquistador español Sebastián de Belalcázar.
El alcalde de esta ciudad, la tercera más importante del país, Jorge Iván Ospina, destacó el “derecho a manifestarse contra políticas del Gobierno nacional”, pero lamentó que “mientras que unas grandes mayorías salieron a movilizarse bajo su derecho a la protesta, otras personas de manera premeditada, irresponsable y criminal (...) actuaron para vandalizar la amada Cali”.
Así, según el alcalde, los “vándalos se dividieron la ciudad en diferentes áreas” y actuaron en el oriente, “donde des afortunadamente una persona murió en hechos no esclarecidos vinculados con la manifestación ”.
Los hechos de vandalismo, en los que incluso se le prendió fuego a la oficina de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), opacaron la manifestación en esa ciudad.
“Ante hechos de vandalismo presentados en Cali, di instrucción de enviar cuatro unidades más del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía). No vamos a tolerar actos violentos en ningún punto del país”, dijo más temprano el ministro de Defensa, Diego Molano.
Las autoridades de la ciudad también anticiparon adelanta ron el toque de queda a las 3:00 p.m. y ordenaron que la medida se extendiera hasta el próximo domingo a las 5:00 a.m.