Lejos de causar problemas en la salud, la leche los puede prevenir
Beneficios. La leche y los productos lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen significativamente a satisfacer los requisitos nutricionales de proteínas, calcio, vitamina B-12, entre otros, y, por lo tanto, debido a su altísimo valor en estos nutrientes, su consumo resulta una gran alternativa para prevenir una buena cantidad de enfermedades.
La leche y los lácteos en general, ofrecen una de las principales fuentes de calcio presentes en un alimento de consumo masivo y de fácil acceso, además de incluir vitamina D, la cual facilita la correcta absorción de este mineral. El calcio permite el fortalecimiento de los huesos, por lo que un consumo diario superior a 1000 mg de calcio es útil para prevenir la osteoporosis, enfermedad en la que se produce una disminución de la densidad de la masa ósea, causando que los huesos se puedan romper con mayor facilidad. En este caso, la leche es la fuente más sencilla, económica y deliciosa para consumir la cantidad recomendada de calcio para prevenir esta enfermedad.
Sin embargo, la osteoporosis no es la única enfermedad que la leche y los derivados lácteos pueden ayudar a prevenir en adultos mayores. Este alimento también es útil para mitigar la disminución de la masa muscular en personas de todas las edades (riesgo de sarcopenia), y, según el informe ‘Advances in Nutrition’, de la Sociedad Americana de Nutrición, el consumo de lácteos, particularmente los lácteos bajos en grasa y el yogurt, también estaría asociado a una disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2.
De hecho, esta misma investigación y otros estudios publicados también concluyen que el consumo moderado de la leche y sus derivados lácteos se asocia con un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el colorrectal y de vejiga, además de disminuir el riesgo de padecer síndrome metabólico. Adicionalmente, los productos lácteos no aumentan el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares y, por el contrario, podrían tener un efecto protector.
Se resalta igualmente que los lácteos contienen todas las vitaminas del complejo B, por lo que su consumo es beneficioso para la formación de glóbulos rojos en la sangre y contribuye al mantenimiento del sistema nervioso central.
Con este paquete de vitaminas y minerales tan extenso que contiene la leche, no es un misterio que su consumo diario pueda evitar o retardar el momento en el que las personas deban recurrir a suplementos vitamínicos, por lo que llevar una dieta sana es lo recomendable para una persona en las diferentes etapas del ciclo de vida, con el fin de reducir inconvenientes de salud, además de realizar actividad física en forma regular, sin necesidad de recurrir a estos suplementos que resultarían más costosos.
Por último, la evidencia científica ha demostrado que el consumo de leche y productos lácteos no está asociado con mortalidad por todas las causas, lo que indica que en todas las etapas de la vida este es y seguirá siendo un alimento importante para mantener una alimentación saludable.