Portal de la Resistencia: uno de los símbolos del paro nacional en Bogotá Institucionalidad.
Concejales y organizaciones advierten graves violaciones a los derechos humanos en este punto de la ciudad, que incluyen torturas, en hechos que involucran a la fuerza pública La Alcaldía de Bogotá instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la zona lu
“El PMU seguirá en el Portal hasta que la zona recobre plenamente la convivencia pacífica de todos los derechos” LUIS ERNESTO GÓMEZ Secretario Distrital de Gobierno
Portal de la Resistencia, resistencia a un mes de violaciones a los derechos humanos, a noches de represión; a una vida de desigualdad, de pobreza, una resistencia que ha marcado la historia del primer mes del paro nacional representada en el nuevo nombre que los manifestantes le dieron al portal Américas.
La zona se volvió símbolo de las protestas en Bogotá, que claramente se han venido descentralizando, abarcando otros rincones más allá de la plaza de Bolívar.
Precisamente, en este punto surgió el Espacio Humanitario al Calor de la Olla. Lorena, quien hace parte, explica que “empezó a gestarse desde el 28 de abril como un proceso colectivo, en el que las personas de la comunidad empezaron a hacer un llamado a encontrarse a través del alimento para tener un proceso de diálogo”.
Muchos objetan su permanencia en la zona: ‘¿Por qué siguen en las calles?’, cuestionan. Lo cierto es que los manifestantes que durante un mes han permanecido en el portal tienen una serie de demandas que abarcan puntos mucho más extensos de los presentados por los llamados líderes del paro.
“El pliego de peticiones recogió aproximadamente más de 300 exigencias a través de un referendo popular (ver recuadro). El referendo surgió luego de tres asambleas; todo se hizo de tal manera, que todas las personas fueran escuchadas”, agregó Lorena.
Las voces de los manifestantes
Diversas opiniones se gestan a diario en portal de la Resistencia. El diálogo entre ciudadanos se acompaña de distintos procesos; tales como la olla comunitaria, donde los presentes siempre están dispuestos a compartir.
También sobresalen las muestras culturales, música, color, alegría y solidaridad. Incluso la minga indígena llegó para sumarse a la gran unión.
Caminando por la zona también se encuentra un punto de acopio donde reciben donaciones y los más necesitados encuentran apoyo. “La gente nos entrega donaciones y esas mismas las damos a la comunidad”, expuso Jhon Jairo, uno de los colaboradores en el punto.