“Cualquier mamá prefiere poner su vida por delante antes que ver caer a un hijo”: historia de resistencia de las mamás de la primera línea
Son 15 mujeres las que conforman este grupo creado en Bogotá, en el marco del paro nacional Su misión es la defensa de la vida, de los manifestantes que exigen cambios para construir un mejor país
El estallido social, que hoy llena las calles, las unió. Se conocieron en el hoy portal de la Resistencia y desde entonces creció una hermandad tan fuerte que a su paso retumba en las calles y se pone en la primera línea para aguantar por un mejor país.
“Iniciamos un grupo de 10 mamitas, ya somos más de 12, nos conocimos acá en las marchas, hemos estado desde que empezaron las movilizaciones el 28 de abril. Viendo todos los atropellos contra los manifestantes, surgió la idea de crear la línea de mamás en defensa de la vida. También lo hacemos como acto simbólico para decirle al Gobierno que los que están en la calle no son vándalos, aquí estamos madres, jóvenes, personas del común, que estamos cansados de este Gobierno, de que nos sigan robando, de que sigan siendo ciegos a las necesidades del pueblo, por eso estamos nosotras acá, buscando todo lo que quieren los colombianos, que es el derecho a una vida digna”, relata una de ellas, la que inicia con la vocería, exaltando que no quieren dar sus nombres. No quieren ser reconocidas individualmente, su labor es colectiva.
Un día normal…
Los días de estas mujeres, como los de tantas luchadoras, son interminables. Velan por sus hijos, quienes en ningún momento llevan a la línea de apoyo en las protestas, donde defienden con todas sus fuerzas la vida de los manifestantes. Y como todos los días de sus vidas, salen desde muy temprano a rebuscársela para sacar adelante a su familia.
“El día empieza mirando cómo llenamos los platos con comida en la casas de todas, porque todas somos mamás acá, todas pagamos arriendo. Luego, llegamos al portal y tratamos de ayudar en la olla comunitaria y en lo que se pueda. Sobre las 4:00 p.m., empezamos a estar atentas por si la policía empieza a disparar, por si el Esmad nos afecta y de ahí resistir lo que más se pueda. Nos aguantamos aturdidoras, gases y bolas de gomas, ya después de que no aguantamos en la primera línea, así que nos pasamos a primeros auxilios a ayudar a los chicos que siguen resistiendo. Ese es un día normal para nosotras”, cuenta una de las mamás más jóvenes del grupo.
¿Qué llevan para defenderse?: “Un escudo de madera, agua de bicarbonato, cascos y caretas”, explica.
Estos escudos salieron de sus propios bolsillos, sumados a su interminable ingenio. Y aunque no son suficientes, hablándolo en términos de proporcionalidad sobre el equipamiento de la fuerza pública en una confrontación contra civiles desarmados, este mes han logrado sobrevivir porque sus ganas de construir un mejor país son
“Tengo dos hijos, uno de 19 años y otro de 20, y siempre hemos salido a marchar; ellos se sienten orgullosos de saber que la mamá está en la primera línea defendiendo los derechos que los jóvenes tienen y el derecho a la vida, que es lo más importante”
SEÑALÓ UNA DE LAS INTEGRANTES DEL GRUPO
más fuertes que las precariedades y peligros.
“Como todas las mamás, estamos en defensa de la vida, cualquier mamá en el mundo prefiere poner su vida por delante antes que ver caer a un hijo. Eso es lo que estamos haciendo nosotras, representando a todas las mujeres colombianas, que son unas guerreras, que ante la defensa de la vida no hay obstáculos, que ese amor de madre nos puede más que el miedo, porque este Gobierno nos ha robado tanto que hasta el miedo nos robó. La lucha continúa y esperamos que todas las mamás de alguna u otra manera se unan a este grito de protesta, lo que buscamos es un mejor futuro para todos los colombianos”, acentuó otra de las mujeres.