Libertad de prensa en riesgo
FLIP manifiesta una alta preocupación por la violencia contra la prensa en el marco de las manifestaciones. Solicita prender las alarmas nacionales e internacionales para brindar garantías
Actos de violencia contra periodistas y fotógrafos se están volviendo cada vez más recurrentes. Se espera un pronunciamiento por parte de las autoridades.
“Reiteramos la urgencia de un rechazo público de la violencia contra la prensa y un mensaje de cero tolerancia frente a las agresiones perpetradas por miembros de la fuerza pública por parte del presidente de la República, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía General de la Nación y el ministro de Defensa”
FUNDACIÓN PARA LA LIBERTAD DE PRENSA EN COLOMBIA
Diferentes casos de agresión a la prensa se extienden por todo el territorio conforme avanza el Paro Nacional.
En una reciente comunicación la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (FLIP) manifiestó su preocupación por hechos de agresión y autocensura a medios en el Paro Nacional.
La Fundación comentó que siente especial preocupación por la autocensura impuesta a la prensa en el departamento del Putumayo.
En un comunicado, la Fundación señaló que hay un desbordamiento en la violencia sostenida contra la prensa en el marco de las manifestaciones del Paro Nacional. Además, manifestó que es responsabilidad del Estado la imposición de la autocensura en muchos medios del departamento del Putumayo.
Cabe destacar, que en una comunicación del pasado 3 de junio, la Corporación de Periodistas del Putumayo denunció la falta de garantías para la prensa en las protestas en esa región del país.
La FLIP también indicó con preocupación que el nivel de autocensura ha llevado a que el subregistro sea evidente en esta región del país. Esto sería consecuencia del alto nivel de intimidación, que impide el cubrimiento y alimenta la desconfianza con las autoridades en el territorio. Por esto, las cifras oficiales de los ataques a la prensa no están reflejando la realidad para el periodismo allí.
En varias partes del país ya varios reporteros, fotoreporteros y periodistas han denunciado ser amenazados en medio de su ejercicio de cubrimiento de las protestas. Es el caso de un fotógrafo en Cali al que habrían atentado con una arma de fogueo justo al frente del lugar donde se hospedaba. También un joven fotoperiodista que denuncia haber sido apuñalado en el glúteo por un uniformado de la policía.
Los casos se vuelven numerosos, el reconocido periodista del Canal 2 de Cali, José Alberto Tejada, denunció ser amenazado por un policía mientras cubría las manifestaciones en la capital del Valle. Además, un fotoreportero de El Espectador denunció haber sido agredido en Bogotá por uniformados del ESMAD pese a estar identificado. Incluso PUBLIMETRO fue víctima de la situación y su reprtero gráfico fu agredido por el Esmad en Madrid, Cundinamarca.
La Fundación llamó que se activen todas las alertas de las autoridades locales y nacionales. Esto porque el silenciamiento de la prensa implica un alto precio en el debate público y plural sobre la coyuntura en el país.
Además, la Fundación recordó que las cifras sobre agresiones a la prensa en estos días de manifestaciones se han vuelto alarmantes. En lo que lleva del Paro, se han registrado por lo menos 231 ataques a la prensa relacionados con el cubrimiento de las protestas. De estos, por lo menos 90 son agresiones físicas.
Adicionalmente, señaló que no ha habido un rechazo público a los ataques que ha sufrido al prensa en el marco de las movilizaciones. Esto ha desincentivado que los y las periodistas hagan sus denuncias ante las entidades competentes.
La FLIP añadió que existe una carencia de una estrategia articulada que busque brindar garantías para un ejercicio periodístico libre de violencia. Los entes de control no estarían respondiendo oportunamente a los ataques, debido que se alrededor del 54% de los casos que se registraron, se limitan a pedir la información que ya es pública sobre la documentación de las agresiones.
Sobre la situación en Putumayo, hizo un llamado a que los alcaldes locales y el gobernador manifiesten un respaldo público a la prensa en esa región. Además, que la Defensoría del Pueblo monitoree los factores de riesgo para la prensa allí. Y que, en conjunto con la Fiscalía General de la Nación, estudie y emita las respectivas alertas necesarias.
“Reiteramos la urgencia de un rechazo público de la violencia contra la prensa y un mensaje de cero tolerancia frente a las agresiones perpetradas por miembros de la fuerza pública por parte del presidente de la República, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía General de la Nación y el ministro de Defensa”, comentó la Fundación.
Por último, hicieron un llamado a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, para que en su visita al país realicen un juicioso estudio sobre la violencia contra la prensa en Colombia. En particular, para que estudie la falta de garantías y la autocensura que se ha impuesto para la prensa regional.