Reforestar el planeta no sería suficiente para combatir el cambio climático
Aunque las propuestas de replantar las zonas deforestadas en el planeta suenan como una opción contra el cambio climático, expertos analizan qué tanto puede ayudarnos
Alrededor del mundo existen iniciativas de reforestación masiva que prometen brindarle a la Tierra una nueva oportunidad en el combate contra el cambio climático. Aunque mucho se espera de ese esfuerzo, una reciente investigación señala que la plantación de árboles no es una solución tan potente contra la emergencia climática.
“¿Qué pasaría si todas las parcelas agrícolas de los trópicos, desde Brasil hasta Congo, India e Indonesia, se abandonaran de la noche a la mañana y se convirtieran en bosques?”, cuestionan Alexander Koch, investigador posdoctoral asociado, Ciencias de la Tierra, Universidad de Hong Kong; Simon Lewis, profesor de Ciencias del Cambio Global en la Universidad de Leeds y la UCL, y Chris Brierley, profesor asociado de Geografía, de UCL. “Por supuesto –agregan–, abandonar la agricultura en los trópicos no puede ser una solución al cambio climático. Se trata de un experimento hipotético e idealizado, pero que nos ayuda a explorar cómo podría responder el ciclo global del carbono a la restauración de los bosques y la plantación de árboles a gran escala”.
Los investigadores se centraron en los trópicos porque esta región demuestra un impacto máximo, ya que los árboles crecen rápidamente allí.
“Hemos estado estudiando el impacto de la llegada de los europeos a las Américas después de 1492. La diezma de los pueblos indígenas y los bosques que reclamaban sus campos de cultivo causaron un impacto pequeño, pero detectable, en el clima global”, explica Chris Brierley a PUBLIMETRO.
“Muchas empresas y países están desarrollando enormes programas de reforestación como parte de sus esfuerzos para hacer frente al cambio climático. Estos esfuerzos también almacenarán carbono, que es una parte importante de la lucha contra el cambio climático”, explica el profesor Brierley, destacando que, aún en el escenario más extremo de reforestación, solo se eliminarían de la atmósfera las emisiones de carbono por valor de tres años, “a pesar de que los nuevos árboles han almacenado una cantidad mucho mayor”. Esta diferencia se debe a las retroalimentaciones naturales, como las relacionadas con la acidificación de los océanos, según la investigación.
Para los investigadores, existe un límite en la cantidad de dióxido de carbono que el ser humano puede extraer de la atmósfera, una vez que lo hemos puesto en ella. Por lo tanto, hacen un llamado a que lo más eficiente es no emitir grandes cantidades.
“Esto significa que debemos abordar la deforestación en curso, antes de plantar árboles. Sin embargo, la acción clave es dejar de quemar combustibles fósiles, porque la reforestación no es suficiente y no sabemos de mucho más que lo sea. De lo contrario, estaremos pidiendo a nuestros hijos y nietos que encuentren nuevas tecnologías y dediquen grandes sumas de dinero a limpiar nuestro desastre”, añade Brierley.
Para los especialistas no todo está perdido, pues, “aunque la plantación de árboles no tenga los beneficios climáticos que esperábamos, habría otros beneficios, como un aire más limpio, una mayor biodiversidad y un planeta más sano”, concluye Cris Brierley.
Para conocer más, PUBLIMETRO conversó con Alexander Koch, de la Universidad de Hong Kong, investigador principal del proyecto.
“Nuestros resultados muestran que la reforestación por sí sola no puede resolver la crisis climática. Esta investigación proporciona la base para que los responsables políticos decidan qué estrategia es factible para alcanzar los objetivos climáticos que nos proponemos”
ALEXANDER KOCH Departamento de Ciencias de la Tierra, Universidad de Hong Kong