Teorías de la conspiración y salud mental
Un estudio demuestra la relación entre la mente conspiracionista y la posibilidad de una psicopatía.
Hay muchas teorías de la conspiración que circulan por el mundo. Y aunque pueda parecer que sólo pequeños grupos de la sociedad creen en ellas, son bastante populares. Y ahora un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos, relaciona la tendencia a creer en este tipo de teorías con lo que se conoce en psicología como la Tríada Oscura.
La Tríada Oscura comprende rasgos de personalidad antagónicos y desagradables: narcisismo, maquiavelismo, psicopatía y sadismo.
Para la investigación, se realizaron 474 encuestas y mediaciones en línea sobre los rasgos de la Tétrada Oscura, así como una evaluación de la tendencia de las personas a creer en teorías conspirativas. Los resultados revelaron que las personas con rasgos oscuros son más propensas a creer en ellas.
El estudio también señaló que al menos una faceta de cada rasgo de la Tríada Oscura se asociaba con la ideación conspiracionista, y casi todas las asociaciones podían atribuirse, en parte, a la tendencia de las personas con personalidades aversivas a albergar creencias extrañas, ser fatalistas y desconfiar de los demás.
Pero, ¿por qué las personas con estos rasgos creen en teorías conspirativas?
Cameron S Kay, investigador del departamento de psicología de la Universidad de Oregón y autor del estudio, dijo a Metro que esto ocurre porque estos individuos son propensos a los delirios y a la desconfianza:
“El estudio también indicó que la razón por la que las personas con estos rasgos se sienten atraídas por las teorías conspirativas es que son propensas a los delirios, son innatamente desconfiadas de los demás y creen que el mundo está girando fuera de control”.
Metro habló con Cameron S Kay para saber más.
“Empecé a estudiar la Tríada Oscura porque asumo que la mayoría de la gente es intrínsecamente “buena”, pero me interesan las creencias y los comportamientos que llevan a la sociedad a etiquetar a alguien como “malo”,” CAMERON S KAY, investigador del departamento de psicología de la Universidad de Oregón, EE.UU.