La verdad según Alvaro Uribe Vélez
El expresidente se reúnió con el presidente de la Comisión de la Verdad, el padre Francisco de Roux, para contar su versión sobre el conflicto armado.
El expresidente Álvaro Uribe se reunió con miembros de la Comisión de la Verdad para dar una versión libre sobre lo que pasó con el conflicto armado durante su mandato. Negó cualquier participación en “falsos positivos” o vínculos con paramilitares.
no (2002-2010) “nunca le dio incentivos económicos a los miembros de las Fuerzas Armadas” por sus resultados en la lucha contra la guerrilla.
La reunión no tuvo carácter de versión de Uribe ante la Comisión de la Verdad, surgida de la firma del acuerdo de paz de noviembre de 2016 entre el Gobierno y la entonces guerrilla de las FARC, pues el exgobernante no reconoce a las instituciones de ese proceso. En febrero, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), también surgida del acuerdo, elevó a 6.402 la cifra de personas que “fueron muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008”, periodo que coincide con el Gobierno Uribe.
De Roux aseguró que la Comisión de la Verdad analizará lo expresado por Uribe y que será contrastado “como todas las contribuciones que recibimos”, y añadió: “Tenga la seguridad de que todo lo que usted nos ha dicho será tratado con mucho respeto”.
Al referirse a los falsos positivos, Uribe aseguró que en su Gobierno privilegió la desmovilización de guerrilleros y de otros grupos alzados en armas. “Tuvimos 53.000 desmovilizaciones de grupos paramilitares y 18.000 miembros de
grupos guerrilleros”, explicó el expresidente, quien aseguró: “para mí era muy difícil creer que había ‘falsos positivos’” y que también hubo “13.000 bajas”.
Uribe recordó que en 2008 retiró a 27 mandos militares, entre ellos tres generales, por violaciones de derechos humanos y, cuando menos, por negligencia en ejecuciones y otros crímenes cometidos en zonas bajo su mando. Destacó además que contrario a lo dicho por sus opositores, cuando extraditó a varios jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a Estados Unidos no era para ocultar verdades sobre los crímenes de los paramilitares.
“Uno de los temas de los que se me acusa es que a los líderes paramilitares se les extraditó para extraditar la verdad. Pero con los Estados Unidos se hizo un acuerdo en el que ellos respetarían la verdad en Colombia”, afirmó. Las AUC se sometieron entre 2003 y 2006, durante el Gobierno de Uribe, a la Ley de Justicia y Paz, por la cual entregaron las armas y se comprometieron a revelar la verdad a cambio de recortes en las penas, proceso que se saldó con la desmovilización de más de 31.000 hombres.
Sin embargo, 13 altos mandos de las AUC fueron extraditados a EE.UU. el 13 de mayo
de 2008 por Uribe que alegó que los exparamilitares incumplieron los compromisos y siguieron delinquiendo desde la prisión y no merecían los beneficios.
El encuentro tuvo momentos de tensión, pues Uribe no estuvo de acuerdo con las observaciones que le hicieron los comisionados sobre su accionar para detener el entramado de los “falsos positivos”. “¿Por qué no fue posible dominar esa convivencia entre la fuerza pública y los paramilitares y realmente reducir a cero los ‘falsos positivos’, y hacer un llamado de atención público?”, preguntó la comisionada González.
Ante esa pregunta, Uribe tachó de “sesgada” a la comisionada y respondió vehementemente: “No se puede decir que no acabamos la convivencia entre Ejército y grupos paramilitares
cuando fuimos nosotros los que desmovilizamos a los grupos paramilitares”.
La justicia ordinaria ha condenado a 1.740 personas en los casos de “falsos positivos”. La mayoría de ellos son militares, pero es apenas una porción de los 10.700 investigados por estos hechos, según la última información pública de la Fiscalía dada en 2019 ante la Corte Penal Internacional.
El expresidente Juan Manuel Santos, quien fue el ministro de Defensa de Uribe, dijo en junio de este año en su declaración ante la Comisión de la Verdad que sí hubo una presión para producir bajas. “Pero al mismo tiempo, en honor a la verdad, tengo que decir que el presidente Uribe no se opuso al cambio de esa nefasta doctrina, que él mismo había estimulado. Nunca recibí una contraorden, ni fui desautorizado”, agregó Santos, quien gobernó Colombia entre 2010 y 2018 y ganó el Nobel de Paz tras firmar el acuerdo de terminación del conflicto con las FARC.
Uribe aseguró que cometió un “error” al decir en 2008 que los jóvenes desaparecidos en Soacha, en cercanías a Bogotá, “fueron dados de baja en combate, no fueron a recoger café”. Esto porque luego se comprobó que los jóvenes fueron engañados con ofertas falsas de trabajo, asesinados lejos de sus hogares y sus cuerpos enterrados en fosas comunes.
“Cometí un error por esos días de decir ‘no estarían recogiendo café’… fui inducido a error por informaciones que escuché. Al principio eso no lo creía ni la Fiscalía ni las Fuerzas Armadas”, explicó el exmandatario y líder del partido de gobierno Centro Democrático.
Uribe es el cuarto presidente en contar su versión del conflicto. Lo precedieron Santos, Ernesto Samper y César Gaviria. Sin embargo, el caso de Uribe es particular debido a que él no reconoce la legitimidad de la Comisión de la Verdad y la considera “ilegal” por ser fruto del proceso de paz entre el gobierno y las FARC, del que ha sido su más férreo opositor. “Eso no quiere decir que no contribuya a la verdad. Para mí una cosa es el conjunto institucionalidad de La Habana… y otra cosa es la búsqueda de la verdad, necesaria en una democracia”, indicó Uribe, durante la transmisión pública y virtual de su declaración a través de sus redes sociales.
“PARA NOSOTROS NO VALE EL ARGUMENTO DE AUTORIDAD: LAS COSAS NO SON VERDAD PORQUE LAS DIJO SANTOS O URIBE. BUSCAMOS UNA EXPLICACIÓN CUESTE LO QUE NOS CUESTE”
FRANCISCO DE ROUX Presidente de la Comisión de la Verdad