Vacuna: el nuevo requisito para socializar hasta 2023
A pesar de la disparidad de acceso a las vacunas y al bajo ritmo de vacunación, ya hay reglas para viajar e incluso para tener encuentros íntimos
Según cifras de Our World In Data, en el mundo hay 1250 millones de personas que ya han sido vacunadas con una o dos dosis, dependiendo de los biológicos aplicados. Ahora bien, la inmunización colectiva está lejos de ser una realidad en varios países. Por ejemplo, en Estados Unidos, si bien hay lugares con su población casi completamente vacunada, en realidad, solo han llegado hasta el 50,9% de la inmunización en el país. Y ni hablar de los países en desarrollo, donde estas cifras bajan dependiendo del acceso a las vacunas, de las políticas de salud pública, entre otros factores. Pero los no vacunados la tendrán muy difícil si se trata de volver a socializar, pues viajar, ir a eventos públicos e incluso tener intimidad dependerán de si se está vacunado.
De hecho, varios sitios populares de citas priorizan a los usuarios vacunados. Por ejemplo, el 43% de los 1500 usuarios encuestados de Coffee Meets Baggel, afirmaron que la vacuna era un gran elemento para salir con alguien. Asimismo, en Reino Unido, las personas ya pueden mostrar una insignia en varias aplicaciones de citas para mostrar que fueron vacunados contra el covid-19. A esta iniciativa gubernamental se unieron apps como Tinder, Match, Hinge, Bumble, Badoo, Plenty of Fish, OurTime y Muzmatch. Incluso hay incentivos adicionales para los vacunados, como créditos gratuitos, mejora de perfil y super likes.
Bumble también permite a sus miembros compartir preferencias de citas. Y allí también estar vacunado da atractivo adicional como lo muestra una encuesta de YouGov, en la que participaron de casi 5000 adultos, en la que el 23% de los consultados no saldrían con alguien no vacunado. Por otro lado, ciertos eventos y países son incluso restrictivos con las marcas de las vacunas usadas.
Pero todo es más complejo de lo que parece: falsificaciones de certificados de vacunación ya generan titulares en varios países. “En Grindr, muchas personas ya exhiben su estado de salud al mostrar las medicinas que toman para el VIH. Pero si en varios países las dosis son menores a las realmente aplicadas, entonces muchas personas están mintiendo. Esto se extrapola para la vacuna del covid, pero ahí entran las restricciones sociales. Solo viajan los vacunados, vuelven a la escuela los vacunados, dependiendo de los controles de cada país”, dice el fundador de TrendoMX, Gustavo Prado.
“Ahora bien, esto ya se obvia en algunos países, porque aún no avanzan del todo los ritmos de vacunación: la gente igual está saliendo así no esté vacunada y otros quieren vacunarse para recuperar el tiempo perdido de la pandemia”, le explica el experto en tendencias. “Y es curioso que en Tinder puedas decir que estás vacunado y eso se celebre, porque la gente suele vender su mejor perfil. Pueden mentir, pero realmente la salud sí cuenta y contará como forma de relacionarse”, agrega Prado.
Ahora bien, en Reino Unido se ha criticado este método por ser intrusivo con los usuarios. En contraste, en las sociedades asiáticas incluso se ha hecho rastreo a las personas para manejar su riesgo de contagio. Pero el nuevo estatus de vacunación, por otro lado, tiene un gran enemigo: los antivacunas.
Un grupo que no hay que subestimar
Los antivacunas no se reducen a un grupo de desinformados que siembran teorías falsas y se burlan de las personas que ostentan su inmunización (como pasa en Reddit, por ejemplo), señalándolos como “cobayas de la industria farmacéutica”. De hecho, para este primer semestre, en Estados Unidos el ritmo de vacunación se ralentizó el 43%. En ese país hay un largo historial desde los años noventa que ha cimentado este movimiento y según el Center for Countering Digital Hate (Ccdh), de Londres, hay 12 movimientos antivacunas con más de 58 millones de seguidores que hasta pagan publicidad.
Asimismo, grupos de extrema derecha, así como el partido republicano (el 40% de ellos se opone a la vacunación) influyen. Y por supuesto, la información falsa en la web. Esto hace que vacunarse no solo sea un distintivo para poder acceder a ciertas cosas, sino un acto político y de paso, un nuevo divisor social.