Publimetro Colombia

Cali, una ciudad cada vez más insegura

- Concejal de Cali

problemáti­cas que tenemos: microtráfi­co y narcotráfi­co, bandas, entre otras”.

Una prueba de esta insegurida­d es el robo que sufrió José Luis, al frente de la iglesia Las Vallas: “Me robaron tres hombres, cada uno en una moto, cada uno con un revólver diferente, me raponearon todo. No me dieron tiempo de pensar nada. Segundos después de que me robaron pasó la policía, pero pues ellos nunca se dan cuenta de nada. Denuncié en la página de internet, pero eso y nada es lo mismo porque nunca me llamaron. Nunca me dijeron si apareciero­n mis documentos, nada”.

Y es que ese es uno de los temas más delicados, que mientras no se atiendan las denuncias, la insegurida­d seguirá creciendo, porque da la impresión de que no se está haciendo nada y que se puede seguir delinquien­do son castigo.

“Tenemos temas complejos como el migratorio, van 10.000 hurtos a julio en cifras oficiales sin tener en cuenta el subregistr­o, porque la gente no denuncia. Al 29 de agosto iban 846 homicidios en 2021. A todo eso se suma la tasa de desempleo de 20,8% al cierre de julio y tenemos por venir diciembre, que es el mes más violento en Cali”, comenta el concejal.

Andrés, a quien le robaron

846

Homicidios se han registrado este año, con corte al 29 de agosto el celular cuando lo sacó para decirle a su mamá que iba camino a su casa, ni siquiera se tomó la molestia de denunciar, porque está convencido de que no pasa nada si lo hace: “Venía por los lados de Calipso en mi moto y llamando a mi mamá me salieron dos tipos también en moto. Frenaron a mi lado, uno de ellos estaba armado y me pidió que le pasara el teléfono, la plata y el bolso. No puse denuncia porque aquí no pasa nada con eso, lo que hice fue reportar mi teléfono y ya”.

Otro caso es el de Esteban, quien si denunció su robo: “Me encontraba entregando la última SIM card que me tocaba entregar en el barrio Las Orquídeas, en el Distrito de Agua Blanca. Salí del domicilio, me monté a la moto y me abordaron dos personas. Me sacaron un revólver, me robaron el celular y se me llevaron las llaves de la moto.

Hice la denuncia en el CAI y también por la página de la Policía”.

Un problema de fondo

Sobre esto, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Javier Soler Parra, dice que todo esto se dio porque hay un antes y un después de la pandemia: “Primero, la parte emocional, después de 40 años de conflicto teníamos una manera violenta de resolver las cosas. Segundo, el desempleo, Cali cerró el 40% de sus pequeñas y medianas industrias. Rodrigo Guerrero publicó que cuando él era alcalde, 100.000 personas de 2.500.000 se iban a dormir con una comida en el día; pero ahora, él analizaba que 1.000.000 se iban a dormir con una comida. Esto es un grave problema social que no se toca”.

“Todo esto –agrega– disparó mil cosas ilegales, entre ellos el hurto, el microtráfi­co y el narcotráfi­co, entre otras. Claro que el hurto es lo que más impacta en la percepción, pero el problema es más grande. Lo primero a lo que nos dedicamos después de desbloquea­r la ciudad, fue el homicidio junto a CTI, Fiscalía y Policía, dividiendo la ciudad en dos Coper con dos coroneles al mando. Esto, teniendo 16 CAI menos que fueron destruidos, dos megaestaci­ones de policía quemadas y 177 cámaras vandalizad­as. Es la tormenta perfecta”.

“Las cámaras que estaban sobre las plazas de vicio y sobre las fronteras invisibles fueron dañadas. Estas son estructura­s que quieren apoderarse de Cali y oficinas criminales que quieren ampliar su portafolio y que no les interesaba que los grabemos. Se repararon 16 CAI móviles para estar en los barrios y hoy recuperamo­s la presencia en territorio”, complement­a Soler.

Señala que “en la estrategia general tenemos un problema con cárceles y carceletas, pues no hay una política criminal clara. Policía captura, Fiscalía judicializ­a, y luego se caen entre 20% y 30% de los procesos frente a un juez. El otro 70% que queda detenido no es recibido en las cárceles porque hay un sobrecupo de 150%, es decir, hay espacio para 2000 y hay 6000 reclusos; por esto, los mandan para las estaciones de policía. Hoy Cali tiene 1800 detenidos en estaciones custodiado­s por 500 policías que podrían estar en las calles atendiendo seguridad ciudadana”.

La Alcaldía dice que está trabajando con el Gobierno nacional en una noticia que se dará en próximos días y que le correspond­e revelarla al alcalde Jorge Iván Ospina. Por otra parte, Soler dice que la seguridad es un tema integral que debe abordarse desde todos los ángulos sociales, cultura, educación, desarrollo, no solo de la pena pues el fin de esta es la resocializ­ación y la mayoría de los reclusos al salir reinciden. Por todo lo anterior, agrega que están trabajando duro triplicand­o los recursos para inversión en seguridad y redoblado esfuerzos institucio­nales.

JUAN MARTÍN BRAVO

“SI UNO HACE COMPARATIV­OS DEL AÑO ANTERIOR, DE 2020 A 2021, VIENEN CRECIENDO LOS HURTOS Y LOS HOMICIDIOS”

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