Volkswagen Nivus: la cuña que apalanca los SUV brasileños
Diseñado y hecho en Brasil, el Nivus propone una nueva visión del SUV compacto con formas de coupé y tecnologías extendidas El motor 1.0 turbocargado es una pieza que resiste a las exigencias del vehículo, aunque se puede quedar corto
Para Volkswagen, Suramérica ha sido un territorio clave que merece sus propios productos. Desde los tiempos del Escarabajo, la marca alemana ha tenido en territorio brasileño un equipo de diseño y desarrollo que ha producido vehículos como el Gol, Fox y Brasilia. La última pieza de este desarrollo es un SUV, como corresponde para el mercado actual, que trata de ganar con diseño: el Volkswagen Nivus.
Se trata de una camioneta desarrollada en la misma plataforma del Polo y la T-Cross, pero con un corte coupé, al tener los parales traseros muy inclinados. La estética es muy angulosa y recta, dando la impresión de una cuña, pero es tal vez el objetivo de la marca: con la Nivus, y los lanzamientos próximos de la Taos y la Teramont, se buscará apalancar a VW para llevarla a competir con Nissan y Mazda entre las marcas más vendidas del país.
Pero volvamos al SUV. La cara denota de inmediato la familiaridad con la T-Cross y la Taos con las mismas luces led y parrilla de panal, aunque también muestra la nueva cara de la marca con el símbolo de VW simplificado. Las puertas son compartidas con el Polo, pero la parrilla es más alta que en el hatchback, lo que da una sensación mayor de fortaleza. A su vez, atrás comparte el panel negro que une los stops traseros con la T-Cross.
Aunque no se ve más grande que su hermana, las dimensiones varían considerablemente. La distancia entre ejes es ligeramente menor, lo que da menos espacio en las sillas traseras, pero más capacidad en el baúl, a pesar del corte. Además, tiene un mayor voladizo trasero, que magnifica el efecto del corte del paral C y genera una mayor impresión dinámica.
En el interior cabe destacar el panel de instrumentos totalmente digital, compartido con el Polo europeo, y la pantalla de 10 pulgadas sin botones desarrollada en Brasil. La innovación en estos elementos permite contar con una estética muy moderna. Las sillas son realmente cómodas, con tapicería en cuero sintético o tela dependiendo de la versión.
¿Cuándo hay mucho downsizing?
El paquete de motorización de la Volkswagen Nivus es uno de sus puntos más polémicos. La marca puso como única opción un motor de tres cilindros y un litro, con turbo, acoplado a una caja automática de seis velocidades que lleva a las ruedas delanteras los 114 caballos y 200 Nm de torque que genera esta pieza. La sensación general muestra las dificultades del downsizing, la tendencia de poner motores cada vez más pequeños y sobrealimentados para disminuir el consumo.
En carretera, impulsado, el objetivo se cumple a la perfección y tiene un consumo envidiable de más de 70 km por galón (de extra). Además, el torque que desarrolla el turbo está disponible desde las 2000 rpm, con lo que la camioneta responde bien a maniobras de sobrepaso y no le cuesta subir una loma.
La excepción, que es crítica, se da cuando hay que detenerse. En la prueba de manejo de esta página, le costó subir rampas de parqueaderos o salir de un semáforo en subida. En estas situaciones, donde no entra el turbo, la respuesta es muy lenta y las 1,5 toneladas de peso se notan mucho; el asistente de arranque en pendiente es casi imperativo.
Esto no cambia el resto de capacidades del vehículo, que comparte con la T-Cross una respuesta precisa (aunque con mínima sensibilidad) de la dirección eléctrica y unas suspensiones muy capaces para absorber los huecos bogotanos.
De tecnología hasta los dientes
Volkswagen no se quedó con solo poner pantallas a la Nivus para pensar en tecnología. Así como la T-Cross tiene asistente de parqueo inteligente, la Nivus cuenta con control de crucero adaptativo, que funciona muy bien en las autopistas, pero por las características del conductor colombiano, se vuelve frustrante de usar en las avenidas. También cuenta con sensores de 360 grados y cámara de reversa.
En seguridad hay que destacar los seis airbags y cinco estrellas en las pruebas Latin NCAP, así como el ABS y asistente de frenado de emergencia. En entretenimiento, el sistema VW Play no solo cubre Android Auto y Apple CarPlay, también permite acceder a una memoria propia para guardar aplicaciones como Waze o Spotify sin conectar su celular.
El precio, entre 82 y 89 millones de pesos, lo pone en el centro de la competencia, donde reina la Mazda CX30. Por la estética tiene como rivales adicionales a la Kia Stonic híbrida y la Nissan Kicks, pero por precio entran a pelear otros vehículos como la Renault Duster, Ford Ecosport, Chevrolet Tracker y Peugeot 2008 Active, en una decisión difícil pero en la que el corte coupé puede impulsar a muchos a tomar una decisión distintiva.