¿Se les ocurren otros? Escríbanme a @udsnoexisten Patrimonio inmaterial
El anuncio de la radicación del proyecto de ley por el cual el fútbol se pretende volver patrimonio inmaterial de la nación me tiene obsesionado. Más allá de los recovecos que tendría esta ley explicados -y discúlpenme si los llevo hasta allá pero hay que darle el crédito a la gente- por la API en un artículo publicado el sábado, de la idea de que acá los políticos están diseñados -parecieraa pasar proyectos insustanciales para no pasar en blanco las legislaturas, vuelvo al asunto porque en realidad y, como un ejercicio que comencé en la radio, sería bueno que tanto ustedes como yo, propongamos los elementos de nuestro fútbol que lo hacen único e irrepetible, tal como se pretende dándole ese cariz de inmaterial.
Entonces me permito enumerar -y ojalá usen este texto los honorables congresistas que decidieron virar el timón hacia estos lados- para que, a partir de sus grupos de investigación, unan estos elementos y así logren solidificar un proyecto más robusto. Por eso, este podría ser un buen listado para seguir acumulando méritos en pos de la aprobación del proyecto.
Por esto nuestro fútbol es patrimonio inmaterial de la nación:
El Mundial 1986: no recuerdo nada más inmaterial que esta consigna, radicada en el año 74 por Alfonso Senior, con la intención de que nuestra nación albergara por primera vez una Copa del Mundo. Luego de muchas condiciones absurdas planteadas por la FIFA -seguramente arrepentida de habernos otorgado la sede- el gobierno del presidente Belisario Betancur optó por no realizar el torneo. Somos el único país en el mundo que rechazó la invitación y parece imposible que otro se anime a tal hazaña. En aquel entonces se dijo que el dinero que se iba a invertir para el campeonato que reuniría a las mejores selecciones del planeta, se destinaría a numerosas escuelas y amplios hospitales que mejorarían la calidad de vida de los colombianos. Y es aquí donde se logran tres moñonas consecutivas en cuanto a lo inmaterial: no hubo Mundial, así como tampoco escuelas ni hospitales. Mayor símbolo de lo inmaterial, es imposible encontrar.
Los parqueaderos subterráneos
PROPONGAMOS LOS ELEMENTOS DE NUESTRO FÚTBOL QUE LO HACEN ÚNICO E IRREPETIBLE, TAL COMO SE PRETENDE DÁNDOLE ESE CARIZ DE INMATERIAL
de El Campín: en el 2011 cuando los estadios del país entraron a refacciones porque se consiguió la posibilidad de organizar el Campeonato Mundial Sub 20, una de las obras que, en teoría, tendría cabida, sería la de un amplio espacio de parqueaderos debajo del coliseo de la 57. Por fin se acabarían las eternas filas en norte y los que hacen doble fila -les va la madre- para colarse al estacionamiento. Todo sería una verdadera obra de arte. Aún hoy estamos esperando que esa obra se realice.
El torneo 1989: en medio de las presiones de los mafiosos, se jugaba fútbol en este país. Y en aquella temporada el campeonato tuvo que ser cancelado -a pesar de que varios dirigentes de los clubes expresaron, increíblemente, su rechazo a la decisión- después de que el árbitro Álvaro Ortega fuera asesinado por sicarios luego de ser juez de línea del encuentro entre Medellín y América. Fue un campeonato vergonzoso y también inmaterial: nadie fue campeón.