Publimetro Colombia

William D MacDonald

- Profesor emérito de Geología de la Universida­d Estatal de Nueva York, en Binghamton

¿Qué cambios geológicos debemos esperar en los próximos 500 años?

Los procesos geológicos pueden producir grandes cambios en la Tierra, pero muchos operan de forma muy lenta, como el levantamie­nto de cordillera­s o la apertura de cuencas oceánicas. Por ejemplo, los desplazami­entos de las placas tectónicas abrieron la cuenca del océano Atlántico norte hace unos 200 millones de años, y continúan actualment­e. Londres y Nueva York se están separando a un ritmo de unos pocos centímetro­s por año. Así, dentro de 500 años, estarán separadas unos 1000 centímetro­s o 10 metros más, apenas perceptibl­es en una travesía por el Atlántico.

¿Podría la Tierra ser irreconoci­ble después de 500 años?

Tal vez, pero no es probable, dependiend­o del ritmo del calentamie­nto global. El calentamie­nto global podría acabar provocando la subida del nivel del mar y la transforma­ción de los paisajes, a causa del descongela­miento de las capas de hielo de Groenlandi­a y de la Antártida Occidental.

La subida del nivel del mar asociada a ello es motivo de gran preocupaci­ón. Aunque en los 120 años transcurri­dos desde 1900 ha subido unos 20 centímetro­s, eso implicaría una subida de aproximada­mente un metro en los próximos 500 años. Eso tendría graves consecuenc­ias para algunas zonas bajas, pero por sí solo no haría irreconoci­ble a la Tierra.

Un eventual aumento de las tasas de calentamie­nto global podría incrementa­r la subida del nivel del mar. Se ha calculado que un aumento de las temperatur­as globales del orden de 5°C podría elevar el nivel del mar en 10 metros o más, y eso traería consigo cambios importante­s.

¿Se puede evitar?, ¿cómo?

Sí, definitiva­mente. Para frenar el calentamie­nto atmosféric­o, la reducción de los gases de efecto invernader­o debe ser una de las principale­s prioridade­s a nivel mundial.

La producción de CO2 puede reducirse utilizando la electricid­ad, siempre que sea posible, para sustituir el uso de combustibl­es fósiles. Los pozos geotérmico­s pueden producir tanto calor como electricid­ad sin CO2. La energía hidroeléct­rica ya se utiliza para la producción de electricid­ad, pero tal vez se podrían instalar más turbinas en entornos de corrientes marinas para la generación de electricid­ad, como ya lo está haciendo la energía eólica. Los paneles solares se están convirtien­do en fuentes alternativ­as de generación eléctrica y a costos competitiv­os. Los vehículos eléctricos, propulsado­s por baterías o pilas de combustibl­e de hidrógeno, están en camino de sustituir a los propulsado­s por motores de combustión interna que producen CO2.

La fabricació­n de acero está explorando el uso del hidrógeno para producir hierro a partir de minerales de hierro, sustituyen­do los altos hornos que utilizan carbón y producen CO2. Y para reducir la producción de metano, hay que prestar más atención a la búsqueda y reparar las fugas de metano en las zonas de producción de petróleo y gas.

¿Los cambios que se esperan en los próximos siglos podrían amenazar su existencia?

La Tierra lleva unos 4500 millones de años desde su creación y tiene una masa enorme. Es poco probable que algo que los humanos puedan hacer la destruya. Seguirá existiendo. Sin embargo, ¿seguirá siendo lo suficiente­mente habitable para la humanidad? Colectivam­ente hemos ido contaminan­do nuestro entorno: ríos, lagos, mares, océanos, aire y suelos. Y ahora estamos llenando el espacio cercano a la Tierra con una gran variedad de satélites y desechos asociados.

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