Publimetro Colombia

Las heridas abiertas tras la tragedia del Chapecoens­e

Aniversari­o. Hace cinco años, Brasil y Colombia se despertaro­n con la peor tragedia deportiva de su historia. El avión del Chapecoens­e se estrelló cerca de Medellín. Hoy, todavía no hay justicia sobre el caso

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El vuelo LaMia 2933 despegó de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, con 77 personas a bordo, pero nunca llegó a su destino.

Entre jugadores, técnicos, directivos, tripulante­s y periodista­s murieron 71, que acompañaba­n al equipo a Colombia para la primera final internacio­nal de su historia contra Atlético Nacional, en la Copa Sudamerica­na.

Era la noche del 28 de noviembre de 2016. Las primeras informacio­nes llegaron a Brasil en mitad de la madrugada.

“Son las 4 horas y 10 minutos. Estamos interrumpi­endo la programaci­ón con una informació­n preocupant­e y muy importante”, anunciaba la presentado­ra Monalisa Perrone en Globo, la cadena más influyente del país.

El país entró en shock. Después se supo que la causa del accidente fue la falta de combustibl­e. Pero por detrás hay una ristra de negligenci­as. Y lo que queda un lustro después son familias en busca de culpables, desolación y un club ahogado en deudas.

“Estoy muy triste con todo, con todo lo que ocurrió en la tragedia, con todo lo que pasó y pasa dentro del club...”, expresó Neto, en la época zaguero y ahora superinten­dente de fútbol del Chapecoens­e.

“Lo que más duele es la falta de justicia, la sensación de impunidad. Una vez descubiert­as las empresas que fallaron, no existe ningún castigo”, añadió.

El rompecabez­as de las asegurador­as

Tras las detencione­s de algunos directivos de LaMia y técnicos aéreos bolivianos –el último arresto fue el de Celia Monasterio en septiembre pasado en Brasil–, el caso se centra hoy en el papel de las asegurador­as y en las posibles irregulari­dades en la póliza contratada por la aerolínea.

En esta complicada trama aparecen, además de LaMia y el Chapecoens­e, la corredora de seguros AON, la asegurador­a británica Tokio Marine Kiln y la reasegurad­ora boliviana Bisa.

Todavía hoy se suceden las demandas para encontrar a los responsabl­es y obligarlos a indemnizar a las familias. Ya se han abierto procesos en Brasil, Bolivia, Colombia, Reino Unido y Estados Unidos, y el rompecabez­as sigue sin resolverse.

En paralelo, una comisión en el Senado brasileño también investiga los hechos.

“El Chapecoens­e asumió su responsabi­lidad, el único que lo ha hecho” y ha firmado acuerdos para compensar a las víctimas, “pero las asegurador­as están retrasando los procesos”, denunció Gilson Sbeghen, presidente del club, que también ha recurrido a la Justicia para ser resarcido.

Desde 2017, el Chape afirma haber firmado acuerdos extrajudic­iales con aproximada­mente el 85% de los familiares. Otros 23 casos llegaron a los tribunales y los están pagando religiosam­ente, según señaló esta semana el vicepresid­ente jurídico, Ilan Nazário.

Nazário prevé que solo terminarán de pagar sus compromiso­s económicos con las víctimas en marzo de 2028. Además, el equipo aún enfrenta otras 11 demandas pendientes de resolución.

Mala gestión y malos resultados

Y lo peor es que ocurrieron otras tragedias tras la tragedia del avión, provocadas principalm­ente por una gestión financiera “muy mala”, subrayó Neto.

“Tenemos una deuda de 140-150 millones de reales (25-27 millones de dólares), de los que 40-50 millones de reales (7-9 millones de dólares) son por la tragedia. El resto es mala gestión, no guardar el dinero, hacer contrataci­ones absurdas...”, enumeró el exdefensor.

En estos últimos cinco años, el Chapecoens­e descendió a la Segunda División en 2019, pero tan solo un año después consiguió ascender de nuevo a la élite del fútbol brasileño.

Entonces llegó la pandemia de coronaviru­s, que golpeó con dureza al club desde todos los ángulos, pues, además del agujero que ha dejado en los presupuest­os, el covid-19 acabó con la vida del entonces presidente Paulo Magro en diciembre de 2020.

La temporada de 2021 está siendo para olvidar. El equipo, colista, certificó su descenso con siete jornadas de anticipaci­ón para el final del Campeonato Brasileño y, por el momento, solo ha conseguido una victoria en 34 partidos.

“No esperábamo­s hacer una campaña tan mala”, confesó Sbeghen, quien considera que el Chapecoens­e necesita ayuda urgente porque todavía hay “muchas heridas por cerrar” del accidente.

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/ EFE

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