¿Cómo serían las grandes ciudades sin automóviles?
Futuro verde. Una iniciativa en Berlín (Alemania) quiere reservar 88 km² de zona urbana para el ocio, apartando los carros del camino
Motivados por la lucha contra el cambio climático y por un Berlín más seguro, los habitantes de la capital alemana crearon el Berlin Autofrei, un colectivo que pretende prohibir la circulación de carros privados por una de las principales zonas de la ciudad, conocida como el anillo del S-Bahn. El área se estima en 88 km².
La ambiciosa idea, que puede parecer improbable para los latinoamericanos, ha sido validada por la población alemana. Según el colectivo, en los tres primeros meses, más de 50.000 personas firmaron un documento a favor del reglamento.
“Queremos recuperar las calles y convertirlas en el centro de la vida comunitaria. Así, los padres no tendrían miedo de dejar que sus hijos jugaran solos en el exterior, los vecinos se conocerían mejor, todo el mundo podría dormir con las ventanas abiertas sin despertarse por el ruido del motor y las cafeterías y tiendas del barrio ganarían más clientes. Además de dar a la ciudad la posibilidad de desarrollar la red de transportes en lugar de las infraestructuras para los carros privados y otras muchas razones”, explicó la portavoz del grupo, Varvara
Borodkina.
Sin embargo, los automóviles no son vistos como enemigos por el grupo. “No se trata de prohibir completamente todos los carros. Tenemos algunas excepciones. Por ejemplo, para las personas con movilidad reducida, para los artesanos, la policía, las ambulancias, los taxis y otros”, dijo Varvara.
Ahora, el objetivo es alcanzar 175.000 firmas (firmadas a mano, no electrónicas) para el verano de 2022 y presionar a las autoridades para que se celebre un referendo popular. Si se aprueba la ley, las autoridades piden un periodo de transición de cuatro años. Queda por ver cómo decidirán los berlineses los próximos capítulos de la historia.
Mientras tanto, en Dinamarca, la periodista Amalie Bendixen, radicada en Copenhague, dice que conoce a pocas personas que tengan automóvil en su ciudad. “Al igual que yo, todos los de mi trabajo que viven a menos de 10 kilómetros se desplazan a la oficina en bicicleta. Se nos anima a ir en bicicleta y por eso las autoridades han creado condiciones para ello. Incluso vuelvo a casa en bicicleta después de las fiestas, lo cual es un poco peligroso, pero solo porque te puedes caer”, bromea.