Dr. Ed Owens,
historiador de la realeza y autor de “The Family Firm: Monarchy, Mass Media and the British Public, 1932-53” (Londres, 2019)
1 ¿Qué se puede esperar de la reina Isabel II y de la familia real después del Jubileo?
La “sucesión” está, al menos simbólicamente, en marcha y lo ha estado durante algunos años. El Príncipe Carlos ha asumido un papel más destacado, sustituyendo a menudo a su madre en los principales compromisos reales. Podemos anticipar una mayor atención sobre Carlos y Guillermo después del jubileo, ya que son en gran medida el futuro de la institución. Los dos principales problemas que podrían empañar a la familia real británica después del jubileo serán la publicación de las memorias de Harry y el caso judicial (si sigue adelante) presentado contra Andrés por Virginia Giuffre. Ambos episodios podrían volver a ser muy ignominiosos para la monarquía en función de lo que se revele.
2 No hay tanto apoyo al hijo mayor de Isabel y heredero, Carlos, y las encuestas sugieren que hay un creciente sentimiento republicano entre los británicos más jóvenes. ¿Qué se puede esperar?
Mi impresión es que, aunque Carlos y Camilla no sean especialmente populares en la actualidad, el éxito futuro de la monarquía no depende tanto de ellos como de Guillermo y Kate. Carlos ha esperado mucho tiempo para ser rey pero, dada su edad, es poco probable que gobierne durante mucho tiempo como su madre, Isabel II. Es probable que Guillermo llegue al trono como un hombre más joven, y ha conseguido una gran reputación entre el público británico, ocupando el segundo lugar, después de la Reina, en el ranking de los “royals más populares”. Siempre que Guillermo y Kate sigan proyectando una imagen de vida familiar feliz y mantengan al público de su lado, creo que la monarquía está a salvo, ya que mucha gente querrá verlos coronados algún día como Rey y Reina.
3 ¿Veremos una monarquía más moderna?
Es posible que cuando Carlos asuma las riendas de la corona a tiempo completo veamos surgir una monarquía más “moderna”. Hace tiempo que habla de “reducir” la monarquía en cuanto al número de miembros de la realeza en activo. De este modo, se “desprendería” de cualquier posible pasivo de la familia, como su hermano Andrés, por temor a que algún día puedan deshonrar a la institución. En este sentido, nos encontraríamos con una familia real más reducida y centrada en la línea directa de sucesión.