Siete recomendaciones para evitar el síndrome de dilatación y torsión gástrica en mascota
Si se presentan síntomas como vómitos, decaimiento, o hinchazón abdominal, entre otros, no dude en acudir inmediatamente a urgencias veterinarias
Brindar cantidades pequeñas de alimento varias veces al día y no ofrecer grandes cantidades de agua después de las comidas, puede ayudar a prevenir este tipo de síndrome
Seguro hemos escuchado mencionar a algún conocido que a su perro “se le volteó el estómago” a causa del cúmulo anormal de gas, comida y líquido en este órgano, lo que genera una distensión e, incluso, que rote sobre su propio eje, generando una torsión, que se conoce como el síndrome de dilatación y torsión gástrica.
Lo anterior es una urgencia clínica, ya que al tener el estómago dilatado, los animales muestran compresión de otros órganos abdominales, alteraciones circulatorias, liberación de toxinas y fallo de todos los órganos incluyendo corazón, riñones y cerebro. La mayoría de estos casos, se presenta en perros, en los que, a veces, el estómago llega a rotar sobre su propio eje causando una torsión. En el caso de los gatos, es extremadamente raro que se presente una dilatación, sin embargo, no se han reportado casos de torsión.
Esta patología se puede relacionar al retraso en el vaciamiento gástrico, ingesta abundante de alimento, toma excesiva de agua, ejercicio extremo después de las comidas, alimentación una vez al día, ansiedad a la hora de comer, estrés y comidas de gran tamaño que, además, sean altamente fermentables, ricas en grasas y aceites.
Las razas caninas predispuestas son las grandes, y con tórax profundo, como el pastor alemán, rottweiler, dogo alemán, fila brasileño, gran danés y labrador, entre otras.