Vicente García comenzó su Camino al Sol
Hablamos con el artista sobre su nuevo trabajo, los detalles de cada canción y cómo fue el proceso de creación
Vicente García ha conquistado el corazón de más de uno. Sus canciones están tan llenas de sentimientos que ayudan a llevar las tusas y aumentan los enamoramientos. Su voz melodiosa, incluso cuando habla, transmite sus propias vivencias, tanto el amor como el dolor.
Camino al Sol fue el propio camino que recorrió en 2020, en plena cuarentena, cuando muchos no tuvieron más remedio que evaluarse y tener pensamientos retrospectivos.
Es indiscutible que, como músico, ha marcado muchas vidas, de hecho, ha sido la banda sonora de la vida amorosa de algunos: “Para mí es un privilegio. Uno no calcula que de cierta forma marca tanto. De cierta manera, uno hace parte de la vida de las personas. Es una sorpresa que a uno le digan que su música marcó. Es un regalo al trabajo y para mí lo más bonito es tener esa oportunidad de vestir la vida de la gente. No me imagino un trabajo más bonito que este”.
A pesar de que cada canción y cada álbum cuenta con una carga emocional bastante fuerte, no solo por su letra, sino por la música. Y es que hay canciones con las que se puede sentir el dolor o el amor. No es fácil tener que elegir una sola canción, pero hay algunas que marcan: “Todas las canciones ocupan distintos lugares, entonces podríamos hablar en términos más de composición,
En el oficio de la creación, A la mar es muy importante, porque me abrió la puerta para trabajar de una manera de tocar la guitarra que nunca había hecho, unas afinaciones específicas y eso logró a llegar a ser parte de mi identidad. En Camino al Sol, uso esas afinaciones, entonces, en ese sentido, esta canción tiene ese lugar especial.
Hay otra canción que se llama La esquinita, que es especial porque se la dediqué a mi papá, a su partida y al proceso del duelo.
Hay canciones como Mi balcón, que me marcó mucho, porque la hice con una banda que admiro mucho, que es Cultura Profética”.
Este camino musical trajo un cambio en Vicente, su corte de pelo es una muestra de esto. Hace dos años también, afirmó que se cansó de salir en los videos musicales, por eso, si se dan cuenta, el cantante le está apostando a las ilustraciones. ¿Qué más ha cambiado?: “Creo que es un cambio constante. Si bien estoy en este momento en un modo bastante tranquilo, ya también estoy preparando otra bachata súper movida. A mí me divierte mucho eso, poder jugar. Me gusta percibir a los cantantes como actores también. No me quiero morir sin dejar de experimentar los géneros que me gustan, ¿por qué debería? El cambio en el pelo, normal, ya llevaba 18 años así y lo posponía y lo posponía, hasta que dije: ‘Bueno, ya es hora’”.
La pandemia fue para Vicente la pared para detenerse y analizar qué era lo que estaba pasando, sobre todo con temas como la vida y la muerte. De esta experiencia sí o sí, tenía que salir un disco: “La pandemia me puso a pensar mucho en eso, a todo el mundo se le fueron familiares y uno se pone en perspectiva, se pone existencial y a querer entender la naturaleza de la vida.
Eso se fue a la parte profesional, qué es el músico, para qué es la música y por ahí empecé como a intentar encontrar en la música una herramienta de sanación o de tranquilidad, de exaltar los procesos de la vida, ya no solo se trata del amor y el desamor, que para mí es lo principal. En este álbum quise tratar temas del ser humano y de la persona. Evidentemente, por ese proceso que nos cambió: la pandemia. Una de las canciones que fue más difíciles fue Saber fluir, duré un buen rato ahí, una letra que necesitaba arreglar. Dio su lora”.
A pesar de que la estética no tiene un trasfondo, el álbum completo está lleno de la ilustración de puntos que conforman un todo que transmite el mensaje de dejar fluir y de vivir la vida. Fue una estética sin concepto que finalmente transmitió lo que quería.
Este álbum fue creado en 2020, un año que marcó a Vicente. Luego de dos años llenos de cambios en general, ¿aún hay alguna frase que siga marcando este 2022 o con la que por lo menos pueda sentirse identificado?: “Sí, en ese entonces me decía, y aún me sigo diciéndomelo, que tengo que jugar a vivir, hay que vivirla como un juego, no podemos coger la vida tan en serio, debemos ir como los pajaritos que van volando en un día cuando sale el sol, tranquilos. Eso me quedó”.
¿Qué queda para Vicente en los próximos 20 años?: “Hacer música. Quería tomarme un tiempo para tomarme una cerveza en la playa o escaparme a una montaña, quizá para siempre, pero entendí que faltan 20 años”.
“EN ESTE ÁLBUM QUISE TRATAR TEMAS DEL SER HUMANO Y DE LA PERSONA. EVIDENTEMENTE, POR ESE PROCESO QUE NOS CAMBIÓ: LA PANDEMIA” VICENTE GARCÍA Artista