Cinco ingredientes alimenticios que pueden reducir el estrés en su mascota
Una de las estrategias para tratar el estrés está ligada a un buen plan nutricional, en donde influyen varios factores como los ingredientes del alimento, suplementos, frecuencia de comidas y su presentación Los estados emocionales de los peluditos pueden influir en sus hábitos nutricionales, por ejemplo, si un perro o gato presenta situaciones de estrés constantemente, puede incrementar su gusto por dietas con exceso de grasas y azúcares, puede dejar de comer o, al contrario, comer en exceso
Al igual que los humanos, los perros y gatos pueden sentir emociones como enojo, alegría, miedo, tristeza, asco y ansiedad, que pueden influir en su conducta. Por ejemplo, cuando experimentan estrés – una reacción natural del cuerpo para adaptarse a situaciones de cambio o tensión– de manera repetitiva o crónica, pueden tener efectos negativos en su salud física y mental.
Esto se da porque se provoca la liberación de sustancias como adrenalina, noradrenalina y glucocorticoides, que pueden afectar diversos sistemas del cuerpo, como el inmunológico, nervioso, gastrointestinal, dermatológico, genitourinario y reproductivo, entre otros. Además, se pueden generan cambios en el comportamiento, como la marcación con orina o heces, agresividad, hiperactividad, comportamientos obsesivo-compulsivos, ladridos o maullidos excesivos, conductas destructivas, lamerse los labios, bostezos frecuentes o el desarrollo de fobias.
Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute, afirma que “una de las estrategias para tratar el estrés está ligada a un buen plan nutricional, donde se deben supervisar varios factores como los ingredientes del alimento, suplementos, frecuencia de comidas y su presentación”.
Por lo anterior, el experto entrega cuatro consejos para crear el ambiente adecuado para que su perro o gato se sientan cómodos al momento de alimentarse.
1. El espacio donde su peludito se alimenta debe ser tranquilo, en lo posible aislado, y sin exceso de humedad, frío o calor.
2. Los platos deben estar siempre limpios y sin olores fuertes, ni desinfectantes.
3. El agua debe ser fresca y potable.
Los estados emocionales de los peluditos pueden influir en sus hábitos nutricionales, por ejemplo, si un perro o gato presenta situaciones de estrés constantemente, puede incrementar su gusto por dietas con exceso de grasas y azúcares, dejar de comer o, al contrario, comer en exceso. Por ello, es importante que sus emociones estén equilibradas.
Recuerde que si su perro o gato presenta signos de estrés, agresividad, ansiedad o comportamientos obsesivos, es importante consultar al médico veterinario especialista en comportamiento animal o etólogo. ¡No olvide que ellos sienten las mismas emociones que usted!