Este RPG de acción es una divertida aventura que todo fan del género y de Akira Toriyama debe probar.
Tania M. Moreno
Sand Land, el nuevo RPG de acción de Bandai Namco basado en el manga de Akira Toriyama, es un juego con mucho corazón y mecánicas interesantes que tiene todo el sello del mangaka por dondequiera que mires este inmenso mundo abierto.
En este título encarnas a Beelzebub, el Príncipe Demonio, quien junto al Sheriff Rao emprenden la búsqueda de la Fuente Legendaria, un suministro de agua que es sumamente valioso para Sand Land una tierra que, como su nombre lo indica, es un enorme desierto azotado por la escasez del vital líquido, lo que pone en peligro la existencia de humanos y demonios por igual.
Tu grupo será completado por Ann, una mecánica experta, quien además es parte del nuevo arco que escribió Toriyama para la serie animada y este videojuego; y Thief, un viejo demonio compañero de Beelzebub capaz de obtener cualquier objeto que le pidas.
UN JUEGO CON GRANDES EXPECTATIVAS
Tenemos que comenzar diciendo que las expectativas generadas por este juego fueron enormes luego del fallecimiento de Toriyama, hace algunas semanas; y aunque Sand Land es un título que tiene algunas fallas, ninguna es tan grave como para opacar la diversión que obtendrás al recorrer sus desérticos paisajes y conducir la variedad de vehículos que ofrece.
La principal diferencia de este título con otros del género radica precisamente en el diseño y uso de los vehículos: desde automóviles y tanques diseñados al más puro estilo Toriyama, que te harán sentir como si estuvieras en una mezcla de Dragon Ball con Mad Max; hasta algunos bastante utilitarios como una veloz moto capaz de recorrer las arenas movedizas y sus Brincabots, robots que montarás y con los cuales podrás trepar por lugres que de otra forma serían inaccesibles.
Aunque puedes elegir recorrer el desierto a pie, la historia te alienta a elegir entre los diferentes vehículos para aprovechar el tiempo, obtener puntos, materiales y derrotar más fácilmente a algunos enemigos.
Construir o mejorar los vehículos no es una tarea sencilla, pues será necesario que tengas en tu inventario los materiales necesarios, lo cual implica hacer algunas misiones secundarias para obtenerlos, forjarlos en el mercado de chatarra, que los compres, los recolectes o los ganes en batalla.
Una vez que tengas todo lo necesario, podrás ir al garaje, una especie de taller donde Ann, una mecánica experte y de los personajes principales del juego, te ayudará con las mejoras necesarias.
A pesar de lo laborioso que resulta la creación y mejora de vehículos, ésta es precisamente una de las partes más adictivas de Sand Land, pues poder crear tu propio diseño al estilo Toriyama, es un sueño para los fans.
¿COMPAÑEROS EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS? Otro de los aspectos divertidos de este juego es la relación que vas construyendo con tu grupo de acompañantes, pues los diálogos y la interacción están cargados de momentos cómicos y diálogos hilarantes.
El problema es que, en otros momentos del viaje, como cuando abordas los vehículos o inicias un combate, tus compañeros brillan por tu ausencia, pues no intervienen en las batallas y te dejan completamente solo, lo cual es bastante extraño.
Sin duda la mayor falla de este juego tiene que ver precisamente con el sistema de combate.
Cuando se trata de batallas en cualquier tipo de vehículo, como tanques o tu brincabot, el