COMUNA 13: ¿LA ERA DE SOMBRAS ESTÁ DE VUELTA?
Este hombre, señalado de ser uno de los criminales más peligrosos de la zona, se entregó esta semana. Sin embargo, él tan solo es la punta del iceberg de la grave situación que se vive en la comuna más famosa del país
Las balaceras, el aumento de los homicidios y el miedo se apoderaron de nuevo de un sector de la ciudad que históricamente ha sido golpeado por la violencia, pero que hasta hace poco era destacado como ejemplo de superación.
La comuna 13, San Javier, una vez más tiene todas las miradas encima. Los colores vivos de sus paredes y la alegría de sus habitantes se han opacado, una vez más, por una ola de violencia que se ha desatado entre las bandas delincuenciales que han habitado por años en la zona.
La oscuridad de la noche se convirtió en el temor de los habitantes, que muchas veces debieron rezar para no ser alcanzados por las balas, mientras se estremecían con el sonido ensordecedor de las ráfagas de las metralletas por los constantes enfrentamientos entre las bandas delincuenciales.
James Zuluaga, habitante y miembro del comité de Derechos Humanos de la comuna 13, comentó que desde hace días se empezaron a registrar varios sucesos violentos, algunas muertes y balaceras que fueron aumentando su intensidad, por lo que la tranquilidad del territorio se vio afectada. El temor por una nueva intervención militar es latente.
“Nos han dicho que acá no habrá una intervención militar, pero tenemos cuatro bases militares instaladas en la comuna 13, cada una con un pelotón, que serían más de 100 militares. Si no lo van a hacer, ¿por qué traen al Ejército e instalan bases permanentes? Eso nos tiene muy preocupados”, dijo Zuluaga.
Para los habitantes de la comuna, la presencia de los militares asusta, pues se relaciona con escenarios de guerra. Creen que tenerlos allí, en una de las comunas más visitadas por los turistas, los ha afectado. “Cuando preguntamos sobre por qué disminuyó el turismo nos dicen que es por miedo, porque creen que los militares solo se utilizan en guerras, que una cosa es ver a un policía porque se sabe que hay espacios de violencia, pero otra muy distinta cuando ven a un militar”, explicó Zuluaga.
Además recordó, siendo víctima, que cuando se realizaron las operaciones militares en la comuna 13, “los militares en compañía de los policías y de los paramilitares fueron los causantes de desapariciones y ‘falsos positivos’ judiciales”, por eso sienten temor y preocupación por lo que pueda suceder.
Por otro lado, dijo que como habitantes del territorio han identificado que uno de los problemas que impide que se acabe la violencia es que los policías trabajan y habitan en el mismo territorio. “Es inconcebible que hayan policías que lleven más de 10 años trabajando
y viviendo en la comuna 13. Tenemos una unidad en la que viven 30 o 50 policías y en esa zona hay actores armados que, incluso, viven al lado de las casas de los policías. Entonces, un policía por la mañana no va capturar a un bandido porque por la tarde lo van a estar esperando en su casa los cómplices. Por eso no van a trabajar con efectividad y no vamos a tener una seguridad completa en la comuna 13”, denunció Zuluaga.
La violencia no está solo en ‘la 13’
Luis Fernando Quijano, presidente de Corpades y Análisis Urbano, analizó la situación y recordó que “desde junio del 2013 se dio el ‘pacto del fusil’ entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –Clan del Golfo– y la Oficina, pero ese pacto no acabó las tensiones que existían al interior de la Oficina y por eso cada año se presentan problemas de orden público en las comunas 5, 6, 7 y 16”.
Una explicación para lo que sucede en la comuna 13, según Quijano, es que “hay una fuerte fractura, que podríamos denominar como la ‘guerra fría’, dentro de la Oficina, donde los jefes no se disparan, pero están alentando el enfrentamiento entre las bandas”.
De acuerdo con Quijano, en la comuna 13 se están presentando enfrentamientos entre la Agonía, que es una de las bandas poderosas de la ciudad, que al parecer está aliada con Belencito y con las bandas de esa zona, y estarían enfrentadas con las bandas pesebreras.
Este fenómeno también se está presentando en la parte alta de la comuna 16, en el corregimiento de Altavista, en donde, según Quijano, existe un ingrediente nuevo y es que están enfrentados los Chivos y los Pájaros contra la Mano de Dios y contra la banda los Paracos, que son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, quienes ocupan buena parte de ese territorio.
La respuesta de la Administración
La existencia de las bandas criminales data de hace muchos años y es consecuencia de la cultura de la ilegalidad, como la ha denominado el alcalde Federico Gutiérrez.
“Se le tiene que reconocer al alcalde que ha dado la cara frente al tema de orden público y que desde que inició su mandato lo hemos visto salir a reconocer mucho de lo que antes se ocultaba, las casas de tortura, la existencia de la Oficina, el verdadero poder que tienen estas estructuras, las vacunas y la desaparición forzada”, destacó Quijano.
Sin embargo, el experto considera que hay que prestarle atención a la estrategia de seguridad, “porque para nosotros es una estrategia basada en factura, decomiso y control; en ir dosificando los golpes, un día en una comuna, mañana en otra, pero siempre vamos a estar en la misma situación porque lo único que se ha logrado es ‘controlar’ el crimen”.
Muchos esfuerzos se han concentrado en las capturas, pero Quijano considera que es importante que las autoridades entiendan que “cada que se captura a un jefe o a un coordinador, ya está listo un relevo”.
“Mientras dicen que han capturado a más de 2000 personas y a más de 96 cabecillas y jefes, las estructuras siguen intactas operando, sin perder capacidad militar, territorial o económica. La captura del jefe será un golpe, pero siempre tienen la manera de continuar”, además, agregó: “Hay que prestarles mucha atención a tantas capturas, porque se podrían estar dando ‘falsos positivos judiciales’, para buscar ascensos, para ganar reconocimientos y para el carrusel de las recompensas”, puntualizó Quijano.
Por su parte, Zuluaga afirmó que en la comuna 13 se han reportado más homicidios de los que informan las autoridades: “Nosotros tenemos un reporte de cerca de 14 homicidios que se presentaron en abril, pero la Alcaldía nos reporta cinco. Esto nos deja bastante preocupados, porque nos han desmentido e incluso nos dijeron que si seguíamos difundiendo que habían balaceras y asesinatos, nos iban a encarcelar por delitos cibernéticos y por difundir terror”.
Zuluaga dijo que el soporte de los 14 homicidios son los reportes que les enviaron los propios familiares de las víctimas. Asimismo, dijo que lo que han hecho es cambiar a los fallecidos de comuna, “pero todos sabemos que son del conflicto de la comuna 13”.
Andrés Tobón, secretario de Seguridad de Medellín, respondió diciendo que “las cifras de los homicidios oficiales se consolidan a través del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia, utilizando datos de Sijín y Fiscalía, corroborados por Medicina legal y bajo el sistema de archivo de Spoa. La comunidad tiene la sensación de más casos por la acción del rumor y la proliferación de falsas noticias en redes sociales”.
El funcionario anunció que seguirá la presencia de la Administración en el territorio, “de ninguna manera vamos a abandonar a las comunidades, tendremos presencia permanente de la Policía y de nuestro Ejército acompañando a la ciudadanía para romper el temor que ejercen los bandidos en esta estrategia de cobardía que tienen en Medellín”.
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Homicidios se presentaron desde el primero de enero hasta el 3 de mayo de este año, según la Sisc. Solo dos más que en el 2017 200
Homicidios se han registrado en lo corrido del año, de los cuales 102 han sido causa de Grupos Delincuenciales Organizados
“Hay una fuerte fractura que podríamos denominar como la ‘guerra fría’ dentro de la Oficina, donde los jefes no se disparan, pero están alentando el enfrentamiento entre las bandas”
Fernando Quijano, presidente de Corpades y Análisis Urbano