Julio César Rengifo, el defensor de los derechos humanos en Altavista
La presencia de las bandas criminales en el corregimiento y en la Comuna 16 desplazó al principal líder social del territorio. Pero él no se rinde y sigue trabajando por su gente
Julio César Rengifo es líder social y defensor de derechos humanos en el corregimiento de Altavista y en la Comuna 16, desde hace más de 20 años. Su deseo de ayudar a los demás se despertó cuando estaba en el colegio finalizando décimo grado.
“Al entrar al último grado se me despertó el deseo de ayudar a la humanidad, a los ciudadanos más vulnerados y así empecé en mi territorio por la violencia que vi. En ese entonces mi estrato social era diferente y eso me permitía ayudar mucho más a los que lo necesitaban”, recuerda Julio César.
Aportarle a la comunidad en donde vivía se convirtió en su prioridad y lo logró a través del liderazgo juvenil. “Siempre he trabajado con grupos juveniles en mi barrio, apoyados por la acción comunal, pensando en el bien general de la comunidad y de la juventud”, dijo.
Su territorio ha sido una zona muy golpeada por la violencia y ser testigo de la vulneración de los derechos humanos que esto genera, lo hizo convertirse en un defensor, promotor y protector de estos.
Como herramientas fundamentales para lograr su objetivo utilizaba la recreación, el deporte y la cultura, lo que le permitía el acercamiento acertado con los jóvenes y generar espacios para evitar que se convirtieran en un número más de las estadísticas de la violencia en la ciudad.
La lucha constante contra la violencia
En el corregimiento de Altavista y en Belén, Comuna 16, las bandas criminales como ‘Los Chivos’ y ‘Los Pájaros’ son los generadores del desplazamiento interurbano, los homicidios selectivos, la extorsión y el microtráfico, entre otros.
En lo corrido del año se han registrado 42 homicidios en el corregimiento de Altavista. Mientras que en Belén, Comuna 16, se han reportado 32 muertes violentas frente a las 45 del año anterior.
“La violencia lo que más afecta es la vida y por eso es tan importante trabajar en ese sentido con los jóvenes, en un proyecto de vida que aporte y en el que ellos puedan tomar las riendas de su educación, que entiendan que como profesionales pueden construir una mejor ciudad y una mejor comunidad en todos los aspectos”, explicó el líder.
Desde esta perspectiva, el líder social se concentró en “trabajar por fortalecer los valores, encontrarle sentido a la vida y formar jóvenes para esta”, agregó.
Salvando vidas
A lo largo de su camino, Julio César ha tenido que ayudar a muchas familias para que no sean atacadas por los grupos armados, intercediendo de manera humanitaria para salvar la vida de muchos jóvenes, en épocas en las que la violencia ha sido más cruda.
“He tenido que ser ese enlace para intervenir y pedirles a los grupos armados que respeten la vida de un joven que no tiene ningún problema, ni está contaminado o contagiado, porque ellos quieren asesinarlo porque simplemente no desea estar a su servicio o vinculado con estas situaciones de violencia”, reveló.
Esa es la tarea más compleja que ha tenido que hacer Julio César a lo largo de su camino como defensor de los derechos humanos: “He tenido que salvar vidas, tanto de los jóvenes como de las familias”. Además, se dedica a formar jóvenes para que puedan hacer esa misma tarea dentro de sus propios territorios.
Defensor y víctima
Luego de muchos años de ayudar a salvar vidas, un día, Julio César fue el que amaneció siendo víctima. Recuerda ese amargo día, el 22 de julio de 2016, con nostalgia y con una profunda tristeza, porque fue desplazado de su propia vivienda y de su barrio para siempre.
“Tuve que salir del territorio el día que me iban a asesinar. Bandas criminales tenían planeado hacerme un atentado en mi propia residencia. Las autoridades me dijeron que empacara lo que más pudiera y en carros blindados me sacaron de ahí”, recuerda, visiblemente afectado.
Ese día ha sido uno de los más difíciles de su vida, porque además de afectarlo en lo personal, también afectó a su familia. “Jamás, literalmente, podré volver a vivir en mi propia casa, ni volver a mi barrio en el que viví toda mi vida, ni donde he hecho esta labor social”, agregó.
Su familia tampoco lo podrá hacer, porque por la sentencia de estas bandas criminales, uno de los hermanos de Julio César, un adulto mayor que decidió quedarse, también fue custodiado y trasladado del territorio por el Ejército y la Policía en medio de un operativo para salvarle la vida.
Las bandas criminales
Julio César revela que a pesar de que en los últimos años se han capturado más de 120 miembros de ‘Los Chivos’ y ‘Los Pájaros’, estas estructuras siguen delinquiendo y teniendo control territorial.
“Las autoridades siguen trabajando para desmantelar estas bandas, pero sabemos que eso es complejo en los barrios porque pueden capturar más de 100 y sabemos que la justicia a algunos les da ocho años, a otros cuatro. Eso quiere decir que muy pronto, muchos integrantes de estas bandas saldrán de nuevo a las calles”, dijo el líder.
La preocupación del defensor es que estos jóvenes “no saben otra cosa más que delinquir y ejecutar acciones violentas, entonces volveremos a ese círculo vicioso en el que estamos en nuestra ciudad”, añadió.
La única solución que propone es la inversión psico-social permanente en los territorios más vulnerables. Por ejemplo, en el sector de La Palma, donde operan ‘Los Chivos’, “hay niños que conozco de toda la vida y ahora, adultos, toman ese camino de la violencia y de la maldad porque nunca han tenido oportunidades. Si se hace un trabajo a largo plazo con esos niños para quitarles ese pensamiento de crueldad, seguro que a la
vuelta de dos o tres años muchos barrios pueden cambiar”, puntualizó Julio César.
“He tenido que ser ese enlace para intervenir y pedirles a los grupos armados que respeten la vida de un joven” Julio César Rengifo, líder social del corregimiento de Altavista y de la Comuna 16
Mesas de Derechos Humanos
Según Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos de Medellín, actualmente se han fortalecido las Mesas de Derechos Humanos en las comunas y en los corregimientos, lo que permite el liderazgo ciudadano en defensa de la vida en los territorios. “Son espacios que permiten que la gente se movilice, rechace los actos violentos y no sean indiferentes en la promoción y defensa de los derechos humanos. Tenemos 16 mesas, están en cada comuna, y hemos creado unas que están en la cárcel El Pedregal, Bellavista y La Pola”, dijo Arcila.
Respecto a la situación de Altavista durante 2018, Arcila indicó que “se trabaja en el territorio el tema del reclutamiento de niños y adolescentes, a través de ciclos formativos y de pastoral social. Además, se brinda toda la atención a las familias con albergues, ayudas humanitarias y asesoría jurídica”.