Medellín se raja en seguridad, a pesar de todos los esfuerzos
Desde diferentes ángulos, expertos analizan el panorama actual de la seguridad en la ciudad, cuando los robos y los homicidios están a la orden del día
Uno de los temas más sensibles para los ciudadanos es la seguridad, un aspecto que en los últimos años se convirtió en un dolor de cabeza debido al aumento de los hurtos y a los homicidios en la mayoría de las comunas en Medellín.
Por ejemplo, es común escuchar de los ciudadanos decir que “El Poblado se ha convertido en el cajero de los delincuentes”, los constantes hurtos en las vías y en los restaurantes del sector son cada vez más frecuentes y las denuncias lo confirman.
Solo entre el 6 y el 12 de diciembre se reportaron 18 hurtos a personas en El Poblado, la segunda comuna más afectada después de La Candelaria, según datos del Censo Delictivo Semanal de la Fiscalía Seccional Medellín.
El mismo informe indica que desde el 1 de enero hasta el 12 de diciembre en la ciudad se denunciaron 46.988 hurtos, los cuales fueron ejecutados con diferentes modalidades y que representan un aumento del 28% respecto al 2017.
Otro de los aspectos que genera preocupación es el aumento en los homicidios, que ha sido de manera progresiva durante los últimos años. El 2015, último año de Aníbal Gaviria, cerró con 496 homicidios; el 2016, primer año de Federico Gutiérrez, cerró con 534; el 2017 con 567 y hasta el 20 de diciembre la cifra llegó a 596.
Los expertos analizan
Tres expertos analizan la estrategia de seguridad que se implementa contra las bandas criminales, que han sido causantes de la gran cantidad de las muertes violentas registradas durante la presente administración.
Daniel Suárez Montoya, ciudadano y activista de Medellín, a través de sus redes sociales ha realizado diferentes análisis para visibilizar la preocupación de los ciudadanos por la situación por la que está atravesando la ciudad.
“El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, llegó al poder con una propuesta y un discurso enfocado en mejorar la seguridad. En el plan de desarrollo se puso una meta de bajar la tasa de homicidios a 20 y en la actualidad está en 24,36. Recibió la alcaldía con una importante reducción de los homicidios, pero desde que inició como alcalde cada año tienden a aumentar las cifras en la ciudad y a centralizarse en algunos puntos”, dijo Suárez.
Para el activista, la problemática se concentra, en gran medida, en la estrategia de seguridad que se está aplicando. “La política de seguridad del actual alcalde ha fracasado porque los índices de homicidios no han disminuido, sino que han aumentado. Se está concentrando en las capturas y no en la parte social que se requiere”, agregó.
Por su parte, Germán Valencia Agudelo, profesor de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia e investigador, considera que a pesar del aumento en los últimos años de los homicidios, vale la pena destacar que sí hay una disminución con respecto las cifras históricas de la ciudad.
“Medellín tiene unas tasas de homicidios relativamente bajas en comparación con lo que se tuvo en los años 90, e inclusive en el 2000–2003. Somos un territorio que es muy difícil pensarlo como aislado, estamos en continuo tránsito de personas, de recursos y muchos de los fenómenos que ocurren a nuestro lado se ven reflejados en la ciudad”, dijo Valencia.
Narcotráfico y bandas criminales
Valencia indicó que el fenómeno que más afecta la seguridad es el incremento de los cultivos ilícitos, porque “ahora somos productores de coca y de otras sustancias que se venden muy bien en el mercado internacional y eso ha llevado a que los recursos se produzcan y se manejen, generalmente, desde lo urbano. Las personas que administran esos recursos ilícitos viven en nuestra ciudad. Parte de ese tráfico internacional son recursos que van a alimentar la ciudad”. Germán Valencia, profesor de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia
Ese fenómeno sería el que generaría, según el experto, la utilización de armas por parte de las organizaciones criminales para proteger el negocio, ejecutar el control territorial y generar dinámicas que afectan directamente la seguridad.
Además, explicó que si la estrategia de seguridad no está funcionando al 100%, es porque “en Colombia pensamos que lo más importante es capturar al capo y por eso se persigue a la persona. Sin embargo, la manera de atacar la delincuencia internacionalmente es con lo que más les duele a ellos, con sus finanzas. Se debe atacar la organización y quitarle todas las posibilidades de ingresos”, sentenció.
De acuerdo con la publicación Economía, rentas criminales y políticas públicas de Medellín, se estimaba que en el 2014 las rentas criminales anuales estarían cerca de los $56.700 millones. El investigador considera que la falla también podría estar en las pocas oportunidades que existen en la ciudad para la población más vulnerable, en este caso se habla de adolescentes.
“Este gobierno puede que no le esté dando las suficientes oportunidades de educación, empleo y mejoras de condiciones de vida a los jóvenes. Se ha olvidado un poco de atacar las causas de la delincuencia y de la violencia, que son las que tienen que ver con las condiciones de vida y la situación de la población desplazada”.
El coronel retirado John Marulanda, experto y asesor de seguridad y defensa de gobiernos de América Latina, considera que el problema es que los planes que desarrolla Medellín no están articulados de la manera que deberían ser.
“Mientras Medellín siga haciendo sus planes desarticulados del aspecto nacional, no logrará nada. Porque el origen de la mayoría de los crímenes son por el microtráfico y este se deriva del narcotráfico, que sigue en aumento en el país”, comentó Marulanda.
Sin embargo, resaltó que otro inconveniente para la ciudad es que “se ha tomado la seguridad de Medellín como un caballito de batalla político, demostrando resultados en persecuciones y capturas, para abonarse al capital político del gobernante de turno y eso no funciona así”, sentenció.
Marulanda destacó que Medellín tiene una buena infraestructura para estadísticas, seguimiento, análisis de los fenómenos de delincuencia, pero que “se han quedado cortos” en realizar un plan integral que cubra la parte del control y las capturas, junto con la educación, el empleo y el urbanismo.
“Es grave la situación en Medellín, en la medida en que están identificados más de 70 combos que actúan en las comunas y que se ha declarado la presencia de miembros de los carteles mexicanos. Hace cuatro meses tuvimos muertos envueltos en sábanas y eso es una firma de los carteles de México”, reveló Marulanda.
“Ahora somos productores de coca y de otras sustancias que se venden muy bien en el mercado internacional y eso ha llevado a que los recursos se produzcan y se manejen, generalmente, desde lo urbano”
Presencia militar
El excoronel se refirió a la presencia de las Fuerzas Armadas en los territorios en donde hay mayor presencia de bandas criminales y, por ende, enfrentamientos en los que la comunidad queda en medio del fuego cruzado.
“El empleo de la Fuerzas Armadas, Ejército, Armada y Fuerza Aérea debe ser restrictivo, ocasional y amparado para que pueda dar resultados porque, como siempre pasa, los militares se van para la cárcel y los políticos o los gobernantes que les ordenaron salir a la calle quedan incólumes y eso los desmotiva”, dijo.
Asimismo, Marulanda añadió que “no creo, como dice Kevin Turner de la ONU, que los militares deben salir de las comunas en donde están. No solo no lo creo, sino que la misma comunidad lo pide. El señor no tiene ni idea, porque maneja unos estándares internacionales que funcionan muy bien por allá en Suecia o Noruega, pero aquí en Colombia la situación es muy distinta y el crimen organizado internacional tiene armamento, capacidades tecnológicas y recursos que no tiene la Policía Nacional. Se requiere que la fuerza pública permanezca en esas comunas para poder controlar”, indicó.