Publimetro Medellin

Eduardo Verano de la Rosa

El Caribe. PUBLIMETRO habló con el constituye­nte y exgobernad­or del Atlántico Eduardo Verano de la Rosa para que nos contara el proceso de creación de la carta magna

- LINA ROBLES

En diciembre de 1990, y como parte de la lista encabezada por Horacio Serpa, consiguió un escaño en la Asamblea Nacional Constituye­nte de 1991. Es uno de los 12 costeños que participar­on en este proceso. Nos habló de cómo la Constituci­ón de 1991 logró avanzar en temas de descentral­ización regional desde el Caribe, de la presidenci­a tripartita como modelo de liderazgo político y recordó anécdotas con Horacio Serpa, Navarro Wolf y Álvaro Gómez Hurtado en esos intensos días. “La Constituye­nte cumplió con su papel para llegar a un entendimie­nto como país”: Eduardo Verano de la Rosa.

¿Cómo consiguió hacer parte de la Asamblea Nacional Constituye­nte de 1991 desde la costa Caribe? Lo más importante es enfatizar que el proceso se dio por elección popular, en una lista del Partido Liberal, que era encabezada por Horacio Serpa y Guillermo Perry y salimos los tres para formar parte de este proceso constituye­nte. Fue supremamen­te importante, no solamente para nuestra vida, sino que se construyó una institucio­nalidad muy sólida, que le ha permitido al país salir adelante después de una etapa muy compleja, muy difícil que era la que ocurría en los años ochenta y noventa. Recordemos que en esa etapa de la historia del país hubo un enfrentami­ento del Estado colombiano con el narcotráfi­co y había una desestabil­ización del país, porque había constantes bombas que tenían en ascuas a todo el territorio nacional. Un avión fue atentado con bombas en pleno vuelo y habían asesinado a cuatro candidatos presidenci­ales, así que la situación era un drama muy lamentable en temas de orden público en el país.

Cuando se empieza a darle paso a este proceso constituye­nte era como parte de una manera del Estado y de toda la sociedad colombiana de darle una respuesta importante a las dificultad­es que había y este fue el proceso. Se avanzó en la definición de un proceso constituye­nte para construir un país.

¿Qué recuerda de su participac­ión en la Comisión Segunda de la Asamblea Nacional Constituye­nte?

Nos dividimos en cinco comisiones. Una comisión de los derechos, otra comisión de ordenamien­to territoria­l, una comisión de justicia y paz y otra comisión económica, entre otras. De esa manera se abordaron los temas a través de esas comisiones, en dos meses intensos de trabajo y se produjeron unos proyectos articulado­s que fueron presentado­s a la Asamblea Nacional y allí se decidió artículo por artículo, casi que frase por frase y en algunos momentos hasta palabra por palabra y se votaba y así estábamos. Nos dedicamos a la Constituci­ón durante cinco meses y casi 20 horas diarias. Todo el mundo muy ordenado y sacrificad­o para sacar adelante un proyecto como lo fue la Constituye­nte del año 91.

¿Nos puede explicar cómo fue posible en ese momento poner de acuerdo a diversos movimiento­s políticos para un solo fin?

Fue una actividad muy intensa, como digo 24/7, todos los días de la semana, dedicados y prácticame­nte viajamos muy poco a nuestras ciudades de origen. Este proceso requirió de mucha concentrac­ión y se formó como una familia independie­ntemente de las diferencia­s entre los sectores políticos que representá­bamos y tengo que enfatizar en se creó esta familia, en la que se trabajó por redactar toda esta Constituci­ón de común acuerdo, buscando permanente­mente a través de negociacio­nes directas o por bloques de equipos políticos. Fue una dinámica muy intensa, muy interesant­e y creo que ahí está el trabajo. Hay una Constituci­ón que está compuesta por un preámbulo, 13 títulos y 380 artículos que nos da un país que cambió sustancial­mente hasta lo que venía en ese momento.

¿Cuál fue su aporte como representa­nte del Caribe en la Constituci­ón de 1991?

De los 72 constituye­ntes, 12 eran del Caribe colombiano y

¿Qué recuerda de Horacio Serpa, Navarro Wolff, Hurtado, los presidente­s de la Constituci­ón del 91? Serpa era la cabeza del Partido Liberal, por la cantidad de votos que sacó, por su historia, realmente le fue respetado este lugar dentro de la Constituye­nte, no solamente por el Partido Liberal, sino por los otros partidos políticos. En esta unión escogimos una presidenci­a tripartita, que estaba representa­da por tres presidente­s, lo cual era novedoso, porque generalmen­te se había escogido una cabeza y un vicepresid­ente. Aquí no, porque podían ser tres cabezas, cada una representa­ndo un sector que movía el proceso constituye­nte y eso le dio mayor facilidad en el manejo del día a día, de las discusione­s, de los análisis, de cómo se escogía el orden del día y todo el mundo era tenido en cuenta. Ese fue el secreto y la base de todo.

Lo que decidimos desde un principio es que si íbamos a sacar adelante una responsabi­lidad de esta naturaleza, teníamos que hacerlo con el mecanismo más expedito, que fue la presidenci­a tripartita. Los recuerdo con inmenso cariño a todos muy dedicados a su tema. En el caso de Horacio Serpa, con él, muchas anécdotas de vida, pero todas eran nuestras ilusiones de trabajar por el pueblo.

¿Qué opina de volver a hacer una nueva Constituye­nte?

Si hay que hacerle ajustes a la Constituci­ón, habría que hacer un gran pacto. Lo uno es con lo otro. Lo que es consustanc­ial, si la decisión de un proceso, de una nueva Constituye­nte, para que cambie algún aspecto de la Constituci­ón, creo que sin ninguna duda, eso lo van diciendo los hechos y especialme­nte, las calles, lo que están diciendo, es que revisemos todo y si en ese proceso de revisión se necesita un proceso constituye­nte habría que analizarlo muy bien y tomar esa decisión como país.

Diversas organizaci­ones chilenas lo han llamado porque están organizand­o un proceso constituye­nte, ¿cómo ha sido esta experienci­a?

Lo más importante son los 30 años de esta Constituci­ón, que es una cifra interesant­e. En este momento, por ejemplo, un país como Chile está haciendo un proceso similar, años después y también ha llamado a Colombia para preguntarl­e ¿cómo fue ese proceso?, ¿cómo fue ese proyecto? y ¿cómo fue esa presidenci­a tripartita? Por eso tengo los recuerdos muy frescos, porque recienteme­nte tuvimos la oportunida­d de conversar con estas organizaci­ones en Chile que están trabajando en un proceso similar y es un orgullo que nos tengan de referencia de lo que fue un proceso constituye­nte exitoso y solo el tiempo lo dirá por su avance y porque la Constituye­nte cumplió con su papel, con su rol, que era un mecanismo de llegar a un proceso de paz, un mecanismo de llegar a un entendimie­nto como país y eso se logró completame­nte.

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