EL ASESINO PLANEÓ EL CRIMEN DE JUANITA
En el cuarto del presunto responsable del homicidio de Juanita Correa Valencia, las autoridades encontraron una lista detalla que el crimen había sido planeado con antelación.
En el papel cuadriculado se leía una lista de planes, que iban desde entrar al cuarto y ejecutar el homicidio, hasta desaparecer los restos y las pruebas que permitieran su identificación.
La fiscal que lleva el caso reveló ayer esos y otros detalles en las audiencias preliminares. A las 6:22 de la mañana del martes policías del CAI de Liborio recibieron una llamada de emergencia. De inmediato se desplazaron a la calle 19 con 10A, en donde encontraron la escena que fue descrita como macabra por el abogado de las víctimas y la fiscal.
Testimonios
Tres personas, habitantes de la casa en donde todo ocurrió, se entrevistaron con la Fiscalía. Todos coincidieron en que pasadas las 6:15 de la mañana de ese día se escucharon unos ruidos en un cuarto del segundo piso. Algunos subieron a ver qué pasaba, intentaron abrir la puerta, pero alguien no lo permitió.
Llamaron a la Policía, pensando que era un intento de hurto lo que ocurría dentro de la alcoba de la víctima. Después subieron la dueña de la casa que arrienda habitaciones y un inquilino, estudiante de medicina, que rompió la puerta. Fue el primero que se encontró con la escena. De un golpe tumbó al asesino sobre la cama, lo desarmó y lo sostuvo mientras la mujer le recibía el cuchillo.
Ahí llegó otro joven que habita en la misma residencia y tomó el lugar del primer testigo, que fue a prestarle los primeros auxilios a Juanita, que ya tenía el pulso muy débil. En ese momento llegó la Policía que ante la zozobra por la espera de una ambulancia decidió transportar a la menor en una camioneta de la institución hasta el SES Hospital de Caldas.
Los testigos manifestaron que el presunto responsable nunca se resistió a que lo sometieran, rezó en un lenguaje desconocido y al final preguntó que cómo estaba Juanita. En las entrevistas, uno señaló que al joven le habían pedido la habitación por comportamientos contrarios a la convivencia.
Desde las 6:30 de la mañana intentaron reanimarla con maniobras RCP, pero 40 minutos después, a las 7:13, los médicos decidieron parar la labor. A las 7:20 falleció.
Mientras los médicos hacían lo posible por salvarle la vida a Juanita, en Campo Hermoso la Policía capturaba al joven estudiante de psicología, de 19 años. Primero le comunicaron los derechos como detenido por el delito de lesiones personales, sin embargo cuando supieron del fallecimiento, realizaron de nuevo el procedimiento por homicidio.
Audiencias
Desde eso permanece detenido. Ayer a las 7:51 de la mañana ingresó escoltado al edificio de la judicatura, con las manos esposadas y una cura en un dedo pulgar. Se había herido con el arma cortopunzante con la que cometió el crimen.
En una sala se entrevistó con su abogado. La audiencia empezó a las 10:00 a.m. Durante al menos hora y media la Fiscalía expuso los hechos y sus pruebas para demostrar que la captura había sido legal y en flagrancia.
El juez penal con control de garantías avaló la captura. La audiencia tuvo un receso hasta las 3:00 p.m. mientras Medicina Legal entregaba completo el informe de la necropsia.
A esa hora se iniciaron las audiencias de imputación de cargos y de medida de aseguramiento. La fiscal recopiló de nuevo los hechos, explicó las condiciones del crimen e imputó al señalado el delito de homicidio agravado, condición que se dio por cometerlo en contra de una menor de edad que se encontraba en estado de indefensión.
Añadió que el hoy imputado actuó a sabiendas de que lo que cometía era un delito, pues tenía todo un plan para realizarlo, lo que para la fiscal significa que no hay razones de inimputabilidad por trastorno mental.
Diferente opinó el defensor del presunto victimario, que con papeles en mano demostró que su defendido toma un medicamento antidepresivo. El abogado aseguró que es posible que el joven estudiante de psicología no haya estado en sus cinco sentidos al momento de asesinar a la menor, por lo que solicitó dos cosas: a Medicina Legal que realizara una revisión psiquiátrica de su cliente y al juez que se abstuviera de interrogarlo, pues estaba en estado de trauma, incapaz de responder si aceptaba o no los cargos que le imputó la Fiscalía.
A la cana
El juez consideró que el procesado sí representa un peligro para la sociedad, tras escuchar atentamente a las partes. Resolvió enviarlo a la cárcel de varones de Manizales, pero con una solicitud especial de la defensa, que consiste en recomendarle al director del penal que tenga especial cuidado con la persona que llega, ya que tiene tendencias suicidas.
Con el examen psiquiátrico de Medicina Legal, el abogado defensor podría solicitar que el joven sea trasladado a una clínica psiquiátrica. Si no sale como espera, el proceso continuará en un juzgado penal de conocimiento y terminará, si no acepta los cargos, en un juicio oral, explicó el representante de las víctimas, David Augusto Becerra Herrera.