BÁEZ, EL IDEÓLOGO DE LAS AUC
Al aguadeño Iván Roberto Duque Gaviria, alias Ernesto Báez, lo recuerdan en Caldas en dos facetas. Una, cuando fue docente del Instituto Universitario y estudiante de la Universidad de Caldas. La otra, en su terrorífico capítulo como comandante político del extinto Bloque Central Bolívar (BCB) de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Báez falleció en la noche del martes de un infarto en Medellín, adonde se fue a vivir después de salir de la cárcel en 2016.
Lo conocían como Ernesto Báez de la Serna, El Doctor y El Senador. Fue el máximo comandante político de los frentes del BCB, entre ellos el Cacique Pipintá, que operó en Caldas (ver recuadro). Fue de los primeros personajes de la vida pública nacional en ser condenado por alianzas con estructuras armadas ilegales.
Historia
El 15 de agosto de 2006 fue postulado por el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez al procedimiento y beneficios de la Ley 975 de 2005 ( Justicia y Paz). Tres días después se presentó voluntariamente en Copacabana (Antioquia).
Ocupó diversos cargos públicos: profesor de matemáticas del Instituto Manizales, supervisor del Departamento de Control de Calidad de Colbateco S.A., inspector Octavo Penal de La Sultana, inspector de Planeamiento Urbano de
Manizales, alcalde de la Merced, subgerente de la Terminal de Transportes de Manizales, asesor de la Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio (Acdegam), secretario de Gobierno de Boyacá y asesor del Gobernador de ese departamento, Alfonso Salamanca, entre 1992 y 1994, donde se alineó con Carlos Castaño para fundar las macabras Auc.
Sus crímenes
En 844 de los 965 hechos atribuibles al BCB, que dejaron 1.463 víctimas directas y 5.125 indirectas, tuvo participación el aguadeño. Así lo estableció la sentencia de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, que condenó a ocho años de prisión a 32 postulados del BCB, por delitos en Caldas, Antioquia, Bolívar, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Risaralda, Vichada, Meta, Caquetá, Huila, Nariño, Putumayo
y Chocó. La sentencia es la máxima permitida en Justicia y Paz.
Alias Ernesto Báez tenía gran poder dentro de esa organización, según se desprende del fallo, dado a conocer en septiembre del 2017. “En audiencia se dijo que la federación de las Autodefensas no fue original de Carlos Castaño, sino de su asesor, Ernesto Báez, quien para 1997 vivía en la clandestinidad, al haber sido condenado por la justicia por recibir apoyo de grupos de autodefensa, mientras se desempeñó como secretario de gobierno de Boyacá, en 1994”, se lee en la página 64 de la sentencia, de 1.921 hojas.
Y añadió: su participación en diferentes entidades públicas y privadas lo perfilaron como el principal ideólogo y asesor político de la Casa Castaño en 1997 y, en años posteriores, de los Bloques Metro y Central Bolívar. El caldense se convirtió en el jefe político de frentes en el país, por eso aparece vinculado en tantos hechos. Para el Tribunal, alias
Ernesto
Báez fue uno de los cuatro máximos comandantes del Bloque Central Bolívar, junto a Carlos Mario Jiménez Naranjo, Rodrigo Pérez Alzate y Guillermo Pérez Alzate.
Terror en Caldas
En el fallo se indicó que el BCB cometió al menos 108 homicidios en Caldas entre el 2000 y el 2005. Muchos fueron víctimas por ser adversarios políticos de integrantes de la estructura paramilitar y/o estar en contra de esa organización.
Se mencionaron casos como el de Iván Rincón Henao, en Aguadas; y Gabriel Ángel Cartagena, en Riosucio.
También mencionó el homicidio de Hernán de Jesús Ortiz Parra, quien denunció al movimiento Liberal barquista por corrupción, y en especial por señalarlo como un partido que agenciaba el paramilitarismo en la mayoría de los municipios.
Se añadieron los de Fernando López Ramírez, exconcejal de Aguadas, asesinado por quejarse de los cobros extorsivos; y Ramiro López Ramírez, muerto después de recurrir a la Alcaldía
para denunciar el homicidio de su hermano.
A María Eucaris Villa, Édgar de Jesús Corrales, Luis Alirio Rocha, Pedro Pablo Rocha y Jairo Vélez Ocampo los ultimaron por considerarlos enemigos de la organización. A Luis Carlos Olarte Gaviria, en Villamaría, porque luchó por erradicar la minería ilegal, expresó el documento.
Actualidad
Tras estar 10 años en la cárcel fijo su residencia en un monasterio en Medellín. Padecía de diabetes, aunque sus allegados aseguraron que no se cuidaba, podía echarle hasta tres cucharadas de azúcar a un tinto, visitaba con frecuencia a Aguadas. Durante
su condena se dedicó a estudiar música y aprendió a interpretar el piano, además su afición por la lectura lo llevó a escribir libros, entre ellos tres tomos que tituló Esplendor y crisis del cristianismo, cada uno de 600 páginas, otro texto también de 600 páginas sobre la colonización antioqueña y uno más sobre Aguadas titulado Desagravio a la generación prócer, cuyo prólogo escribió el exsecretario de Cultura de Caldas Carlos Arboleda González, quien contó que Duque Gaviria tuvo dos hijos, uno de ellos, Iván Esteban, fue seminarista y falleció a los 17 años, mientras que el otro vive en Medellín. El excomandante de las Auc estaba divorciado.