NO HAY QUE CALENTAR EL MOTOR
La manera de lograr la temperatura ideal de trabajo de un motor ha cambiado. Antes, cuando los carros eran de carburador, había que encender el propulsor y aplicar el estrangulador (choke) durante varios minutos hasta lograr estabilizar la marcha mínima. Con los sistemas modernos de inyección y sondas de combustible, esta maniobra ya no es necesaria, pues al permanecer el auto encendido en un lugar cerrado en el caso de los garajes y sótanos, lo que se está haciendo es generar y acumular gran cantidad de gases nocivos, llenos de partículas contaminantes.
Lo recomendado es iniciar la marcha lo antes posible, pero sin forzar excesivamente el motor, realizando lo que los expertos llaman una conducción progresiva, es decir rodar los primeros metros a baja velocidad sin oprimir demasiado el acelerador, realizando los cambios de velocidad suavemente y sin subir mucho de revoluciones. El indicador de la temperatura nos hará saber mediante la aguja o las barras, cuando el auto está listo para trabajar con todas sus capacidades. Si por el contrario, arrancamos como si no hubiera un mañana, con acelerador a fondo mientras el motor está frío y el aceite no ha conseguido hacer el circuito completo, vamos a causar un desgaste prematuro de las piezas, contaminaremos más y provocaremos averías que saldrán muy costosas en el corto plazo.