FABRICABA SU PROPIO TRAGO
A una mujer le hallaron en su casa del barrio San Ignacio, de Manizales, una fábrica de licor adulterado. Lo vendía a $10 mil y $15 mil con altísimos y peligrosos grados de alcohol.
Desconfíe de quienes ofrecen licor por redes sociales, las 24 horas y más si es barato. Esa fue la principal recomendación que entregaron ayer la Policía y la Secretaría de Hacienda de Caldas, al dar a conocer que desmantelaron una fábrica de licor adulterado, en el barrio San Ignacio, de Manizales.
De paso explicaron cómo deben ser los sellos que traen las botellas. Indicaron que el operativo se desarrolló el miércoles en un predio que tenía fachada de ser una casa normal. El trabajo dio sus resultados tras labores investigativas y el uso de agentes encubiertos. Lograron la orden de registro y allanamiento ante la fiscalía 6.ª local URI.
Fue clave la denuncia de una persona a la que dos mujeres (Leidy y Yolanda) le vendieron cinco botellas falsificadas. Las revisaron y eran adulteradas. Encontraron botellas vacías, listas para ser reenvasadas, tapas, embudos, cajas individuales y galones con líquido de fuerte olor y similar en color al licor.
En el operativo aprehendieron a una mujer, de 37 años de edad, presunta dueña de la fábrica, aunque en el sitio había dos mujeres, del mismo nombre. Se conoció que vendía el licor a $10 mil y $15 mil, dependiendo del tamaño de la botella. Para una de aguardiente, que
debe tener 25% de alcohol, poseía 75%.
La procesaron por el delito de corrupción de alimentos, productos médicos y material profiláctico (Artículo 372 del Código Penal). Se investigará con quién adulteraba y para quién trabaja. En audiencia no aceptó cargos, quedó libre y vinculado a un proceso. En caso de ser vencido en juicio, la pena es de 7 años y medio.