Cuando inmovilizar excita
Si a usted le gustó la serie de cintas Cincuenta Sombras de Grey por la forma en que Christian ataba a Anastasia, este artículo también le puede interesar. Hoy en Q’HUBO se abordará el bondage, una de las técnicas eróticas con la que estos dos personajes dieron de qué hablar en el cine.
El bondage hace referencia a inmovilizar a una persona total o parcialmente con la ayuda de cuerdas, cintas y otros elementos -especialmente de algodón o cuero-, esto para no lastimar a quien esta siendo sometido. En este juego de roles siempre hay un amo y un sumiso.
Los expertos en sexualidad recomiendan la práctica del bondage solo si el otro da su consentimiento, esto para que esté en plena disposición del juego erótico. Ambos deben pactar una palabra o movimiento
Con el bondage, se recomienda cambiar de posiciones constantemente, esto también para agilizar el encuentro.
clave que le de cuenta al amo de que debe detenerse.
Riesgos
El bondage también tiene sus riesgos, por eso vale seguir algunas recomendaciones para evitar inconvenientes. Hay que preocuparse por la seguridad propia y la del otro, tanto en lo físico como en lo emocional. El placer es una opción, no debe lastimarse a nadie.
Evite las ataduras bastante apretadas, esto para que no se obstruya la circulación del sumiso. Algunos especialistas en la materia
recomiendan evitar los enlaces en el cuello, pues un movimiento brusco podría acabar muy mal; tampoco deberían utilizarse suspensiones.
Sin confundir
No debe confundirse con el sadomasoquismo. Según Natalia Guerrero, psicoterapeuta sexual de la Clínica de Medical Sex Center, son tendencias amigas, pero se diferencian: “El bondage tiene que ver con la inmovilización, el placer con inmovilizar o ser inmovilizado y el sadomasoquismo es un tipo de sexualidad alternativa que tiene que ver con dar y recibir dolor”, comentó.