PROTECCIÓN
El médico especializado en Geriatría Francisco González López manifestó que el hecho de que los ancianos de la calle estén en un hogar de paso demuestra que se esté cumpliendo con una función social, como es garantizar el restablecimiento de sus derechos y mitigar y superar su vulnerabilidad, por discapacidad física, mental y social. El Censo de Población y Vivienda realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el 2018 dejó ver que hay un mayor índice de envejecimiento en la población de la región. Mientras en el 2005 el dato era de 29,42% mayores de 65 años, el promedio de hoy es de 67,11%, y Manizales es de los municipios de Caldas con mayor tasa de envejecimiento.
Por eso, González indicó que las intervenciones que incluyen apoyo social, mejoramiento del estado anímico y el refuerzo de las actitudes que facilitan conductas de protección y de promoción de la salud tienen efectos benéficos para estos abuelos. “Esto les permite responder a situaciones estresantes que requieren readaptación a entornos seguros, amparando a la persona de los cambios negativos en el estado de salud física y mental, asociados a su condición crónica de habitantes de calle.
Añadió que de volver con sus familias deben tener un seguimiento riguroso a las condiciones sociales y psicológicas de sus parientes, ya que las consecuencias pueden devolverlos a su situación de abandono y empeorar su estado de máxima fragilidad.