Gastritis, un mal que agota
Una sensación insoportable en el estómago, tipo ardor, aquejó a Melissa** por dos días. Ella se negaba a aceptar que su gastritis había vuelto, pero comenzó a medicarse para batallar con ese y otros síntomas.
Esta condición está relacionada a una inflamación del revestimiento del estómago, casi siempre producida por infecciones bacterianas que provocan las úlceras que fastidian. También puede ocurrir por el uso desmedido de analgésicos y la ingesta profusa de bebidas alcohólicas.
La edad avanzada, los tratamientos oncológicos y el estrés pueden desencadenarla. En este último caso es útil el correcto uso de las emociones y, si corresponde, la práctica de la meditación y el yoga.
Sus tipos
Se conocen dos tipos de gastritis: la que aparece de manera repentina (aguda) y la que se desarrolla de manera más gradual (crónica). Cualquiera sea su forma, debe llevar al paciente a tratarse en el menor tiempo posible, ya que hay un riesgo de padecer cáncer de estómago.
Los síntomas comunes referenciados por los pacientes son:
Malestar, dolor punzante o ardor en la parte superior del abdomen,
La gastritis puede acompañarse de náuseas y vómito. que puede empeorar o mejorar cuando se come.
Náuseas.
Vómitos.
Sensación de saciedad en la parte superior del abdomen, después de haber comido.
Algunos pacientes superan rápidamente el cuadro médico, pero otros tienen que lidiar por semanas con el. En el caso que así suceda, se tiene que consultar al médico de confianza, en el menor tiempo posible.
No se automedique, no ingiera fármacos porque a X o Y persona le sirvió una fórmula. Hacerlo solo le traerá más problemas y ninguna solución. Esa práctica es tan peligrosa que puede costarle hasta la vida.