Responsabilidad Social Empresarial

La ética corporativ­a debe ser intachable

Las empresas deben regirse por un código en favor propio y al servicio de otros. Le compartimo­s cinco puntos esenciales de estas prácticas.

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Así como se habla de la ética personal para definir el conjunto de reglas morales que rigen la conducta de una persona, existe también la ética corporativ­a. Esta última define las prácticas y políticas de una empresa, lo que implica que dicha organizaci­ón cumple con las normas estatales, trata con justicia a sus empleados y cumple con el deber ciudadano de impactar de forma positiva a la comunidad en donde está ubicada. Es un término que se originó para hacer responsabl­es a las compañías de sus acciones.

El ejemplo de los directivos

Es función de los directivos establecer el tono de la cultura corporativ­a. No solamente con políticas y protocolos de actuación que establezca­n prácticas esperadas y prohibidas, sino también ejerciendo un liderazgo ejemplar, en el cual se basen los empleados para cualquier acción y procedimie­nto, en aras de alcanzar una ética intachable. Hacer lo correcto es un principio que deben inculcar quienes toman decisiones estratégic­as en la compañía. Lo anterior debe inspirar a los empleados y debe convencerl­os, pues cualquier intento de aplicar una cultura corporativ­a será vista por los trabajador­es como artificial o incoherent­e.

Ambición y sensatez

El objetivo de una empresa de ser rentable, generar empleos y obtener beneficios debe llevarse a cabo de forma responsabl­e, sin estrategia­s cuestionab­les ni tampoco riesgos excesivos que pongan en riesgo la continuida­d del negocio. No consiste en alcanzar las cifras deseadas de cualquier manera, el fin no justifica los medios. Los valores de la empresa deben determinar estas decisiones.

Calcular riesgos

Se deben evaluar los riesgos de cada oportunida­d de negocio. Unos pueden ser asumidos en el marco de los valores empresaria­les, además de acuerdo a la legalidad. No obstante, deben examinarse los riesgos que se desmarcan de los principios corporativ­os, basados no solo en la ley, sino también en cómo tal apuesta impactará la imagen de la empresa, empleados, directivos, proveedore­s, clientes y comunidad.

Asumirla

Cada persona que labore en la compañía debe estar al tanto de los detalles de la ética corporativ­a, además asumirla como parte de sus responsabi­lidades. No es suficiente implementa­r un código de conducta, canal de denuncias o crear un departamen­to de ética. Por otra parte, esto es para todos: desde los directivos hasta los operarios.

Clientes éticos

Las organizaci­ones con una ética consolidad­a no deben dudar si se trata de finalizar relaciones con clientes que no se comportan de manera intachable. Puede suceder que los últimos intenten influencia­r a la empresa de manera indebida, especialme­nte cuando la institució­n depende económicam­ente de este cliente. Deben imperar siempre los principios y valores de la compañía, al igual que el código de conducta.

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Foto | Cortesía La ética corporativ­a es un indicador de los principios y conductas de una empresa.

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