2 Palpación sentada
Coloque la palma de la mano derecha detrás de la nuca, lo que expandirá la mama derecha hacia arriba y será más fácil examinarla. Pálpela con las yemas de tres dedos de la mano izquierda. Valore todo el tejido mamario, haga una presión inicial superficial y auméntela un grado para verificar el espesor del tejido mamario entre la piel y el músculo. Realice el mismo procedimiento para la mama izquierda.
Palpe con más presión hacia las costillas y el tórax para descartar una lesión en profundidad y que no podría identificarse con un toque superficial.
Lleve a cabo un movimiento circular suave con las yemas de tres dedos para examinar el contorno y definir una posible lesión. Recorra la piel suavemente, desplácese gradualmente de dos a tres centímetros hasta valorar todo el tejido mamario.
Recuerde que el tejido mamario está en todo el tórax. En ocasiones, solo se palpa la parte voluminosa, pero el tejido está en cada seno desde la clavícula hasta la línea del sostén y desde el esternón hasta la axila.
Toque detrás de la areola y el pezón, zona en donde aparecen con frecuencia lesiones benignas y cáncer. Igualmente, inspeccione las axilas, pues a veces la primera manifestación de alguna patología mamaria es inflamación o hinchazón de los ganglios axilares.