LOS CASOS
LOS INDÍGENAS DE BOSA
Las veredas San Bernardino y San José pertenecían al resguardo indígena muisca de Bosa que sobrevive desde épocas coloniales. Sin embargo en 2005 el Distrito emitió, sin consulta previa, un decreto de expansión urbana que los desplazó. Esto, a pesar de que la dirección de Asuntos Étnicos del Ministerio del Interior los reconoció en 1999.
Además, urbanizadores piratas invaden los terrenos de los indígenas y estafan, de paso, a cientos de familias que reciben los lotes sin servicios públicos ni condiciones dignas, y sin siquiera un título legal que les garantice la propiedad.
QUIBA LA BAJA Y EL PARAÍSO
En estos lugares operaba una banda que identificaba si los predios vacíos tenían dueño, luego solicitaba los certificados de Tradición y Libertad y finalmente buscaba los mapas en Catastro y en el Instituto Agustín Codazzi. Después de tener toda la documentación establecía si era posible ocupar los terrenos y buscaba un grupo de personas para que tomara posesión de ellos.
Una vez el plan estaba listo, ofrecía prebendas a funcionarios de la Policía y la Alcaldía Local para que les dejara continuar con la invasión. Posteriormente empezaba a vender lotes a bajo costo, entregando promesas de compraventa falsas o en muchas ocasiones sin documento alguno.
Otra estrategia consistía en adueñarse de los predios y empezar procesos de pertenencia en diversos juzgados en caso de no encontrar opositores. Al final, la rama judicial terminaba por adjudicarles los terrenos a los miembros de la banda. En el sector de Quiba La Baja y El Paraíso (Ciudad Bolívar) vendieron 120 lotes de manera fraudulenta.