La ganadería sostenible promueve hábitats adecuados para el escarabajo estercolero
Los sistemas silvopastoriles albergan 60 % de las especies de escarabajos del bosque. El mejoramiento de la sanidad, la descompactación del suelo y la reducción en la emisión de gases son algunos de los beneficios de la presencia de estos insectos en las fincas ganaderas.
El proyecto Ganadería Colombiana Sostenible, mediante la Fundación Cipav, ha venido realizando un seguimiento a fincas ganaderas, con el propósito de evaluar cómo la transformación de los sistemas de ganadería convencional hacia modelos sostenibles de producción ha incrementado la diversidad de plantas en las áreas productivas y ha contribuido a generar hábitats apropiados para albergar escarabajos estercoleros.
Gracias a la siembra de especies que generan sombrío, de las que se desprende gran cantidad de hojas que caen al suelo (hojarasca), los escarabajos estercoleros nativos han encontrado ambientes con las condiciones necesarias para poder establecerse y realizar sus funciones ecológicas, beneficiando así los ecosistemas productivos.
“Los escarabajos del estiércol tienen un papel clave en los sistemas ganaderos porque son los encargados de enterrar el excremento que produce el ganado, que cuando no se incorpora rápidamente al suelo se convierte en fuente de reproducción de moscas hematófagas y parásitos gastrointestinales”, manifestó Carolina Giraldo, investigadora de Cipav.
La indagación inició hace aproximadamente siete años con el establecimiento de una línea base en las fincas, cuando empezaron a establecer arreglos silvopastoriles en sus predios. Año tras año se hizo seguimiento a medida que iban creciendo los sistemas silvopastoriles establecidos, evidenciando las transformaciones producidas en el suelo. Luego de un tiempo, este se veía más protegido, tanto por la cobertura de la vegetación como por la hojarasca.
En zonas como el valle del río Cesar, a pesar de ser territorios áridos y secos y en donde quedan pocos fragmentos de bosque seco, los sistemas silvopastoriles establecidos complementan eficientemente la función de los bosques al conservar la biodiversidad local, lo que constata que es posible realizar acciones que benefician al medioambiente en cualquier tipo de suelo.
Lo anterior se da gracias a la interacción entre la flora y la macrofauna, pues en el caso de los escarabajos estercoleros –una de las especies de gran tamaño–, pueden remover hasta cinco kilos de tierra por bosta durante el proceso de enterrar el estiércol para su reproducción. La actividad de estos insectos genera descompactación del suelo, lo que implica que durante época de lluvias absorbe mejor el agua y mantiene la humedad para luego superar periodos de sequía.
En cuanto a la flora, parte del material vegetal que ofrece el proyecto a los ganaderos son árboles fijadores de nitrógeno, los cuales contribuyen a la fertilización natural de las pasturas y a la reducción de fertilizantes químicos. Los árboles nativos que se integran a los sistemas proveen albergue y alimento para la diversidad aves, mamíferos, anfibios, reptiles, insectos y macrofauna del suelo.
“Los bosques albergan cerca del 80 % de la riqueza en flora, pero encontramos que en regiones húmedas con sistemas silvopastoriles establecidos se pueden identificar cerca de 100 especies, en algunos casos hasta 160. Por eso, lo ideal es que cada finca mantenga sus áreas de producción y protección de bosque para combinar las dos alternativas”, afirmó Mateo Hernández, investigador de Cipav.
Los bosques alojan el 99 % de las especies de escarabajos, ya que proveen la sombra y la cobertura del suelo aptas para su refugio. Pero estos insectos han logrado salir de su hábitat y colonizar las áreas ganaderas con sistemas silvopastoriles, lo que demuestra la importancia de las zonas de ganadería sostenible para la conectividad de paisajes productivos.
De esta manera, el proyecto continuará promoviendo acciones encaminadas a transformar la ganadería tradicional en una más productiva y amigable con el medioambiente, a través de la adopción de sistemas silvopastoriles. De esta manera, busca mejorar la gestión de los recursos naturales, incrementar la prestación de servicios ambientales (biodiversidad, suelo, agua y retención de carbono) y elevar la productividad en las fincas participantes.
El Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible es una alianza entre el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), el gobierno del Reino Unido, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), The Nature Conservancy (TNC), Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (Cipav) y el Fondo para la Acción Ambiental (FA), bajo la supervisión del Banco Mundial.