Guajiras empoderadas
Cerrejón destaca a mujeres de la región que son ejemplo a seguir desde su rol.
1. CLAUDIA MARCELA BONILLA, PRIMERA MUJER
OPERADORA DE PALA EN CERREJÓN
Actualmente, adelanta décimo semestre de Psicología. A Claudia Marcela le gusta leer, comunicarse, ser cordial, mantener relaciones interpersonales, trabajar en equipo, empoderarse de tareas y actividades que le corresponden. Asimismo, le gusta comer y disfruta pasar tiempo sola.
Esta mujer, cuya profesión es ser operadora de equipo minero, se inspira en la vida y la planificación detallada de cada uno de los propósitos que tiene consigo misma y con su familia. Sueña con continuar realizando cada labor como debe ser, aplicando estándares y procedimientos en cada una de las tareas. De igual manera, anhela prestar su servicio como futura profesional. Se destaca por ser segura, auténtica, empoderada, responsable, y por aceptar cada una de las retroalimentaciones que recibe, modificando conductas. 2. ANA CECILIA FUENTES, PROMOTORA
DE AULAS DE LIBERTAD
Administradora educativa de la Universidad San Buenaventura, especialista en Pedagogía del Desarrollo Humano de la Universidad Abierta y a Distancia (Unad), se graduó como comunicadora oral de la Academia Arco.
Ana Cecilia se desempeñó por más de 30 años como docente en instituciones educativas públicas del sur de La Guajira. De igual forma, ejerció como coordinadora de los programas de alfabetización departamental, dirigidos a personas del área rural y urbana en condición de desplazamiento, víctimas de violencia, madres cabeza de familia y discapacitados. Durante esta labor, analizó que la mayoría de los estudiantes desertaba de las aulas al aprender lo
básico de la lectoescritura; en consecuencia, desarrolló un aula de arte y oficio, en la que buscaba dar herramientas para que, además de leer y escribir, pudieran tener un oficio que los ayudara a salir adelante. Esta iniciativa se convirtió en un gancho para que las personas permanecieran en los programas por más tiempo y salieran mejor preparadas. También se desempeña como periodista independiente y le gusta trabajar por la gente, ayudar al necesitado, ser líder en temas de paz y desarrollar acciones que promuevan una cultura ciudadana basada en cultivar valores. Esta comunicadora sueña con un mundo mejor, en el que el interés sea colectivo, no particular. Se destaca por su capacidad de liderazgo y sobresale por su desempeño como docente, labor que la hizo merecedora del reconocimiento Mujer Cafam La Guajira 2017 por su trabajo ‘Aula, taller de arte y oficio’.
3. CARMEN PALMAR URIANA, ARTESANA
Con 48 años y cuatro hijos de los que ha sido padre y madre, Carmen Palmar Uriana es una artesana, tejedora de sueños. Es miembro de la comunidad de Aluatachon y símbolo de admiración porque ha logrado tejer un legado para transmitir conocimiento y cultura a diferentes generaciones. A los 12 años inició su etapa de encierro, en la que, además de dejar atrás su niñez, reforzó su técnica en los tejidos y aprendió a tejer la faja masculina o Si’ira, las mochilas y los chinchorros. En los años noventa asistió a una reunión organizada por Cerrejón para trabajar en un proyecto productivo de hilos, con el fin de elaborar muestras artesanales wayuu para ser comercializadas; en 1996, gracias a esta propuesta, participó en Expoartesanías. En 2008 retomó la iniciativa, y con el apoyo de la Fundación Cerrejón reinició su participación en ferias. Debido a este impulso, decidió trabajar para apoyar a los artesanos en el fortalecimiento de su producción, la compra de los materiales y el reforzamiento de la mano de obra. Hoy sueña con la posibilidad de ver a una de sus alumnas representando a su etnia a nivel internacional.
4. ROSA HURTADO POVEDA, LÍDER DEL PROGRAMA DE VOLUNTARIADO DE LA FUNDACIÓN CERREJÓN A esta madre valiente y soñadora le apasiona construir un mundo donde el principal valor sea dar. Aunque estudió para ser técnica en salud, su vida ha estado encaminada a servir a los demás. Es voluntaria hace diez años, y desde hace dos se desempeña como coordinadora del Voluntariado Corporativo desde la Fundación Cerrejón. Le gusta mostrar la realidad de las comunidades, porque cuando las personas pueden observar, se les facilita favorecer las necesidades de los otros. Sueña con un mundo en el que las personas sean más sensibles al dolor ajeno; un espacio que esté configurado para vivir la humanidad desde la empatía; un universo de personas conscientes que configuren un entorno saludable emocionalmente y sostenible ambientalmente. Esta convicción la ha llevado a convertirse en vehículo para promover el compromiso y la esperanza en todas las personas que conoce. Esta guajira y madre de tres hijos es ejemplo de superación y nobleza, que no se detiene ante las dificultades.
5. TAHIRIH SOCARRÁS, ANALISTA SOCIAL DE CERREJÓN
Esta mujer wayuu, de casta Apshana, es arquitecta de la Universidad Nacional. Participó en el programa Elarch de Erasmus Mundus, impulsado por la Unión Europea, que le dio la oportunidad de estudiar en Portugal e Italia. Ha trabajado en actividades relacionadas con la arquitectura, pero le apasiona luchar por el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, en especial los wayuu, pues creció viendo y viviendo las necesidades y dificultades para acceder a bienes y servicios básicos, como la educación o la salud. Hoy se desempeña como analista social de Cerrejón para las comunidades rurales del área de la mina. Le gusta aprender y transmitir conocimiento útil a la gente y la mueve el amor por su familia. Desde la perspectiva profesional, trabaja para lograr un mundo equitativo y accesible en sus beneficios para todos. Sueña con que en La Guajira mejore la calidad de la educación y que la permanencia, en especial de las niñas, aumente para romper el ciclo de la pobreza. También quiere que su departamento se transforme social y culturalmente, y que las comunidades sean empoderadas para buscar fórmulas que ayuden a transformar su realidad.